La reconstrucción de la Catedral de Notre Dame de París será un proceso largo, complicado y caro, coinciden los expertos.
El principal desafío por el momento es proteger de la intemperie el interior de la estructura de 850 años, después de que su techo, soportado por enormes vigas de madera, fue consumido por las llamas.
La prioridad será cubrir los restos del edificio con láminas de plástico o metal a fin de impedir que entre la lluvia. A partir de entonces los ingenieros y arquitectos podrán entrar y evaluar los daños.
Afortunadamente, la catedral es un edificio histórico que ha sido prodigiosamente documentado. Con el paso de los años, historiadores y arqueólogos han elaborado planos, fotos e imágenes, incluso tomografías tridimensionales minuciosamente detalladas.
Прошедшей ночью кровлю и шпиль Нотр-Дама уничтожил огонь. Что осталось от здания собора Парижской Богоматери, смотрите по ссылкеhttps://t.co/js9PQ5MLob pic.twitter.com/WdrFyHjmpQ
Duncan Wilson, director de la organización preservacionista Historic England, declaró el martes que lo importante primero es apuntalar lo que queda de la estructura sin dañar los escombros que cayeron en el interior y que pueden servir de gran fuente de información e incluso de materiales para la reconstrucción.
“El segundo desafío es realmente resguardar todo el material”, expresó. “Parte de ese material podría ser reutilizable y esa es una tarea ardua, es como una excavación arqueológica”.
A pesar de temores iniciales de que la catedral entera se derrumbaría, la estructura básica sigue en pie. Sus dos enormes campanarios siguen erguidos y la enorme bóveda de piedra se mantiene soportada por contrafuertes masivos. La catedral, construida para durar una eternidad, ha sobrevivido su prueba más grave.
Tom Nickson, profesor de arquitectura y arte medieval de Instituto Courtauld de Londres, declaró que la bóveda de piedra “sirvió como un escudo antiincendios entre el techo altamente inflamable y el interior, que también era altamente inflamable”. Esa fue, aseveró, precisamente la intención de los creadores de la catedral.
Ahora tendrán que hacer revisiones detalladas para determinar si las piedras quedaron debilitadas o resquebrajadas por el calor. De ser así, la bóveda entera podría tener que ser demolida y reconstruida. Los vitrales de la catedral lucen intactos, pero probablemente sufrieron un “impacto térmico” por haber sido expuestos a las llamas y luego al agua fría, dijo Jenny Alexander, experta en arquitectura y arte medieval. Eso significa que el vidrio, enmarcado en plomo, quizás quedó debilitado y tendrá que ser inspeccionado de cerca.