El crimen organizado está involucrado en la falsificación de medicinas, alimentos y potenciadores sexuales que son adulterados con sustancias como el cemento y polímeros, que producen graves lesiones al organismo y que pueden llevar a la muerte.
Así lo advirtieron los fiscales especializados del Ministerio Público Ricaurte González e Igor Blanco.
González, de la Fiscalía Superior Especializada contra el Crimen Organizado y Blanco, de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Propiedad Intelectual, coincidieron en que la posición geográfica de Panamá, además de ser una ventaja competitiva, también convierte al país en un punto vulnerable para la comercialización de estos productos.
El fiscal González destacó que en Panamá llegan 17 millones de contenedores con mercancías que pasan por el Canal de Panamá y que es muy difícil tener un control de la totalidad de estos productos.
Recalcó que esto es aprovechado por la redes del crimen organizado para introducir productos falsificados.
Por su parte, el fiscal Blanco explicó que se trata de un delito grave de delincuencia organizada y que en Panamá las redes criminales trabajan con corredores de aduanas, transportistas y vendedores, que llevan el producto a las calles.
Advirtió que el consumo de estos productos sin registro sanitario y con alteraciones en su composición es un grave riesgo para la salud de quienes lo consumen.
Recalcó que en algunos casos la investigación se inicia como una estafa, luego de que la persona afectada alega que los productos entregados no les han dado resultados o están defectuosos. Pero posteriormente se comprueba que se trata de productos falsificados.
No obstante, hay consumidores conscientes de estar adquiriendo productos no legítimos e insisten en arriesgar su vida al ingerir medicinas adquiridas en la calle a bajo costo.
Como un ejemplo de esta situación, mencionó el caso de la venta de pastas dentales alteradas que contenían el tóxico dietilenglicol.
Explicó que se dieron hallazgos de estas cremas dentales en la provincia de Chiriquí y en las provincias centrales y que en este caso se está trabajando una asistencia internacional para detectar la procedencia exacta del producto.
Recalcó que se trata de una investigación en la que se trabaja con el Ministerio de Salud y la Autoridad Nacional de Aduanas.
Detalló que estos grupos criminales usan las redes sociales para la comercialización de estos productos y garantizarse el anonimato.
Por su parte, el fiscal González detalló que la falsificación abarca una gran variedad de productos, entre los que se encuentran carteras y zapatos.
Cifras de la Fiscalía de Delitos contra la Propiedad Intelectual revelan que entre enero y septiembre del 2019 se han tramitado 316 casos de propiedad industrial. Hasta la fecha hay 39 condenas y se han decomisado 667 mil artículos (carteras, plumas, cargadores falsificados y medicinas, entre otros).
Mercancía falsificada es usada para el blanqueo de dinero
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Delito revela que el tráfico ilícito de mercancías falsificadas es usado por el crimen organizado para el blanqueo de capitales. Además, el dinero proveniente de las falsificaciones puede ser usado para elaborar nuevos artículo falsos e incrementar este negocio. También detalla que en ocasiones la redes criminales introducen los productos falsos en la cadena legítima de suministros para lograr dinero limpio y seguir financiado sus actividades.