El presidente Rafael Correa denunció ayer que su gobierno es víctima de un boicot permanente de la oposición que busca sacarle del poder. “No hemos tenido esa oposición democrática, de conversar y procesar nuestras diferencias. Hemos tenido boicot permanente... tratando de hacer fracasar al gobierno, mintiéndole a la gente”, dijo a medios locales.
El mandatario, en el poder desde 2007, enfrenta desde el 8 de junio protestas de sectores que rechazan sus políticas, y el sector sindical convocó a un paro nacional el 13 de agosto.
Las protestas se iniciaron a pretexto de dos proyectos de ley tributarios a las herencias y a la plusvalía, que luego, el jefe de Estado retiró temporalmente del Congreso y abrió un diálogo nacional. Correa agregó que los opositores buscan generar un golpe de Estado blando, que empieza con el calentamiento en las calles. “Y se han empoderado, han cogido fuerza, audacia, sobre todo, la burguesía y son atrevidos, son malcriados, generan violencia”, se quejó el mandatario. Frente a ello, dijo, entre otras cosas, que “los de siempre, quieren engañar a la gente, desean regresar al país del pasado y eso no lo vamos a permitir”. Sostuvo que “nuestros opositores no son los movimientos políticos, sino los medios de comunicación”.