Naciones Unidas retiró al excombatiente afgano Gilbuddin Hekmatyar de su lista de personas sancionadas por tener vínculos con Al Qaeda y el grupo extremista Estado Islámico, informó el Consejo de Seguridad.
Según el comunicado emitido el pasado viernes, el líder de la organización islamista Hezb-i-Islami ya no tendrá sus activos congelados y no estará sujeto a restricciones para viajar ni a un embargo de armas.
Hekmatyar, quien luchó contra las fuerzas de Estados Unidos tras la invasión de 2001 y mantuvo una dura rivalidad con otras facciones afganas, aceptó dejar las armas el año pasado. Amin Karim, negociador de la organización, dijo que Hekmatyar regresará a la capital “en cuestión de semanas, no meses”.
Al líder combatiente se le considera un posible rival del presidente Ashraf Ghani y del jefe del Ejecutivo, Abdulá Abdulá, que gobiernan el país a través de un frágil acuerdo para compartir el poder mediado por Estados Unidos tras las disputadas elecciones de 2014.
El regreso de Hekmatyar a la capital podría avivar la incertidumbre política, mientras el Gobierno trata de hacer frente a los revitalizados talibanes, que avanzan desde varios frentes.
Ghani firmó en septiembre un tratado de paz con Hekmatyar, donde el presidente aceptaba presionar a Estados Unidos y Naciones Unidas para que los retiraran a él y a su partido de las listas de terrorismo.
