Un sistema satelital de Estados Unidos detectó calor alrededor del avión de pasajeros ruso antes de que se despedazara en Egipto y murieran las 224 personas a bordo, informaron dos funcionarios estadounidenses.
La actividad infrarroja detectada podría significar muchas cosas, incluida una bomba o que el motor del avión explotó por un problema en su funcionamiento.
El analista de aviación Paul Beaver dijo que el calor detectado por el satélite “indica que hubo una explosión catastrófica o desintegración del avión” pero no revela su causa. “No nos dice si fue una bomba... o si alguien peleó en el avión con un arma de fuego”, agregó.
Ambos funcionarios hablaron bajo condición de anonimato al no estar autorizados para compartir públicamente información.
Algunos expertos en aviación ya habían sugerido que una bomba era la causa más probable del accidente del sábado, mientras que otros citaron un incidente previo, cuando en 2001 una aeronave rozó la pista con la cola durante el aterrizaje.
Mientras, en Egipto, un equipo internacional de expertos empezó a analizar la información de vuelo del avión y grabación de voces de la cabina.
El comité conjunto de investigación, que incluye a expertos egipcios y rusos así como representantes de Irlanda, donde el avión estaba registrado, concluyeron la última inspección del terreno en el sitio del accidente y comenzaron a trabajar en las cajas negras, indicó el ministro de Aviación Civil de Egipto, Hossam Kamal.
Poco después del accidente el grupo terrorista Estado Islámico afirmó que había “derrumbado” el avión debido a la reciente intervención de Moscú en Siria contra el grupo extremista.
El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, insistió que la situación en la península del Sinaí estaba “totalmente controlada” y que las afirmaciones del EI eran “propaganda” destinada a dañar la imagen del país.
En una entrevista divulgada por la BBC, Al Sisi reafirmó que la causa del accidente podría no conocerse en meses.
Por otro lado, Alexei Smirnov, del Ministerio de Emergencias de Rusia, informó que 140 cuerpos y más de 100 restos humanos fueron repatriados y familiares identificaron a las primeras 10 víctimas ayer.
Tras peinar un área de 28 kilómetros las cuadrillas no encontraron otro cuerpo ayer.