La senadora brasileña Gleisi Hoffmann y su esposo, quienes sirvieron en el gobierno de la destituida presidenta Dilma Rousseff, fueron acusados el pasado martes de cargos de corrupción y lavado de dinero por el Supremo Tribunal Federal, en el marco de la investigación del escándalo de sobornos en Petrobras.
Hoffmann, quien fue jefa de gabinete de Rousseff durante su primer mandato, y su esposo Paulo Bernardo serán sometidos a juicio por presuntamente recibir un millón de reales (unos 309 mil dólares) en dinero obtenido mediante sobornos para financiar su campaña al Senado en 2010.
Como una funcionaria electa, Hoffmann solo puede ser juzgada por el Supremo Tribunal Federal y cinco jueces de la mayor corte del país decidieron de forma unánime aceptar los cargos en su contra.
Hoffmann es el tercer político en funciones que enfrentará un juicio en el marco del escándalo de sobornos descubierto hace dos años en la firma controlada por el Estado Petróleo Brasileiro, S.A. (Petrobras).
El escándalo de corrupción contribuyó a la destitución de Rousseff en un juicio político en agosto, y puso fin a 13 años de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores.
Los fiscales dijeron que Bernardo, quien fue ministro de Comunicaciones de Rousseff, solicitó los fondos al exdirector de suministros de Petrobras Paulo Roberto Costa cuando era ministro de Planificación del gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva.
El dinero se utilizó en la campaña de Hoffmann y nunca fue declarado a las autoridades electorales, dijeron.
Abogados de la pareja manifestaron que la supuesta donación a la campaña de Hoffmann nunca existió y rechazaron las acusaciones “extremadamente frágiles” contra Bernardo, considerándolas presunciones falsas. Dijeron además que, como ministro, Bernardo no tenía influencia sobre Costa.
Según la defensa de Hoffmann, no existen pruebas para formular los cargos, realizados con base en los testimonios del exdirector de Abastecimientos de Petrobras Paulo Roberto Costa, y del operador del mercado ilegal de cambios Alberto Youssef, ambos confesos que colaboran con la justicia a cambio de una reducción en su condena.