En los últimos tres años, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) ha detenido en la provincia de Darién a 18 migrantes ligados a grupos terroristas.
La información fue dada a conocer por el propio director de la entidad, Eric Estrada, quien subrayó que por esa y otras razones de seguridad hay que controlar de manera rigurosa el flujo migratorio en esa región.
Estrada explicó que en el caso de los detenidos se les aísla del grupo de migrantes y el Senafront notifica a las agencias homólogas de seguridad del mundo. “Luego, son trasladados al Servicio Nacional de Migración y posteriormente a una unidad del Consejo de Seguridad Nacional, que se encarga de ver el tema del terrorismo internacional”, precisó.
Finalmente, dijo, los sospechosos son puestos bajo las órdenes de la Cancillería, para que haga el trámite con el país que los requiere.
El ‘flujo controlado’, la apuesta ante la crisis migratoria en el país
La creciente llegada de migrantes indocumentados a Darién durante este año (11 mil 487 hasta mayo) obligó al Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) a enfrentar un complejo escenario en medio de una de las selvas más temidas de Latinoamérica.
Pero cuando grupos criminales, narcotraficantes, terroristas y tratantes de personas se aprovechan de este fenómeno global para cometer sus fechorías, el problema es todavía más complejo.
Y de ello está al tanto el director del Senafront, Eric Estrada, quien, en conjunto con los miembros del Senafront, apuesta por un “flujo controlado” de migrantes como herramienta para proteger no solo a Panamá, sino al mundo entero.
Según el funcionario, este protocolo ayudó a la detención de migrantes ligados a organizaciones terroristas, quienes fueron puestos a órdenes de la Cancillería para los trámites de deportación correspondientes con los países que los requerían o que emitieron alertas internacionales para su captura.
¿Por qué aumentó la llegada de migrantes indocumentados al país en 2019?
El tema de la migración irregular es una problemática global y no es específica de la región latinoamericana. La migración se debe a muchos factores. Por ejemplo, las políticas de cierre de fronteras de países como Nicaragua (2015) y Costa Rica (2016), y las de puertas abiertas de Colombia, Ecuador y Brasil, pero que ahora establecieron mayores controles, han llevado a que Panamá se vea afectada por una alta concentración de migrantes en su territorio. También hemos visto que la recesión económica en el mundo y el cambio climático son motivos de este gran flujo migratorio por el país.
¿Cuál es el perfil de los migrantes que están llegando por Darién?
Son personas que no tienen alta escolaridad y con ingresos económicos bajos. Definitivamente, están buscando mejores opciones de empleo, pero sí hemos detectado que vienen un poco más violentos, en el sentido de cuestionar a las autoridades del Senafront y no seguir las instrucciones. Incluso, exigen derechos que en sus países no se les respetan. Pero una vez conocen nuestras intenciones, cumplen con el flujo controlado.
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¿Por qué ahora están ingresando familias enteras y antes no?
Trayendo niños hemos visto que tratan que las autoridades migratorias y del Senafront aceleren su tránsito hacia los países de Norteamérica.
¿Cuál es la orden que tiene el Senafront apenas se encuentra con un migrante?
La primera misión es brindar la asistencia humanitaria, proteger la vida y que estos grupos de viajeros no sean víctimas de las mafias y de organizaciones criminales que trafican y lucran con ellos. De hecho, hemos capturado a 52 coyotes.
¿Qué rol está jugando Colombia en el control de este flujo migratorio? ¿Pareciera que no hay controles allá?
Hay una comisión binacional fronteriza con Colombia y Costa Rica, que nos ha permitido llevar nuestras inquietudes de establecer un flujo controlado desde Suramérica hasta Norteamérica. Lo hemos hecho de forma extraordinaria con las autoridades costarricenses y seguimos insistiendo con las autoridades colombianas para que hagan lo mismo, ya que muchos de los migrantes son víctimas de los carteles de la droga en ese país.
¿Cuántos grupos criminales tienen presencia en la frontera con Darién?
Son tres estructuras criminales que por su ubicación y área de injerencia tienen la responsabilidad de los crímenes en la zona. Allí está el Clan del Golfo; el Ejército de Liberación Nacional, que no se sometió al proceso de paz en Colombia; y grupos disidentes de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que insisten en controlar regiones para el tráfico ilícito de drogas.
¿Cuál es la fuerza del Clan del Golfo en la frontera entre Panamá y Colombia?
Es la estructura criminal más importante y de mayor crecimiento en territorio colombiano, aunque con varios operativos hemos mermado su capacidad de acción en la frontera entre Panamá y Colombia. De hecho, manejamos información de que el 80% y el 85% de la droga que pasa por Panamá, por lo menos por la vía terrestre, está asociada con el Clan del Golfo.
¿Son los migrantes mulas del narcotráfico?
Los narcotraficantes se valen de cualquier medio y en ese sentido sí se ha dado interrelación entre el tráfico ilícito de migrantes con el tráfico ilícito de drogas. Precisamente, este sábado fue capturado un ciudadano de origen colombiano que traía a migrantes. Al ser capturado, le encontramos paquetes de drogas, lo que significa que la tarea de control en fronteras se hace más compleja ahora. Por eso, necesitamos fortalecer capacidades.
¿Qué relación hay cuando se reporta la mayor cantidad de las incautaciones de drogas y cuando aumenta la llegada de migrantes al país?
Cuando hemos tenido crisis migratorias, con el aumento en la llegada de estos viajeros se reduce el tráfico de drogas por esas mismas trochas terrestres. Eso quiere decir que a mayor ocupación de estas trochas por migrantes, menos será el interés del narcotráfico de usar estas mismas rutas y adoptan otros vías de comunicación, como la marítima. Para eso, tenemos una unidad de botes especiales.
¿Hay algún vínculo entre la migración ilegal y el terrorismo?
Hemos detenido a 18 migrantes vinculados con organizaciones terroristas. A las personas se les aísla del grupo de migrantes en el que haya sido aprehendido y se notifica a las agencias homólogas de seguridad internacional. Luego, es trasladado al Servicio Nacional de Migración y posteriormente a una unidad del Consejo de Seguridad Nacional, que se encarga de ver el tema del terrorismo. Después, la persona se pone a órdenes de la Cancillería para que haga el trámite correspondiente con el país que lo requiere. La mayoría son de naciones del norte de África, que son los que están asociados con algunas estructuras criminales de interés para las agencias de inteligencia internacional.
¿Cómo se preparan ante el hacinamiento que hay en Darién con la llegada de migrantes ?
Estaremos poniendo en marcha la estación transitoria humanitaria en Lajas Blancas de Metetí, para recibir a migrantes de Bajo Chiquito (zona más apartada de Darién, donde llegan migrantes). Se trata de un albergue temporal para una población de unas mil 400 personas, y así evitar efectos colaterales en las comunidades indígenas Allí tendrán unas 100 carpas.
¿Cuál debe ser la ruta a seguir por Panamá con la atención de este flujo migratorio?
El rol de Panamá ante este fenómeno global, que ninguna nación del mundo puede detener, es trabajar coordinadamente con otros países. Debemos seguir apostando por un tránsito ordenado de estas personas. Con esto, contribuimos a la estabilización de la región.
¿Este flujo migratorio no resta fuerza de acción de del Senafront en la atención de otros temas?
En cambio, ha permitido a los agentes de la entidad ir más allá. Esto abre la posibilidad de hacer una mayor cobertura de servicio. Ese es unos de los aportes del Senafront a la seguridad nacional.
¿Qué lección se lleva del Senafront el migrante que llega a Panamá y que va rumbo a Norteamérica?
Ellos deben respetar las costumbres y tradiciones en Darién, Chiriquí o por donde transiten. Le enseñamos que aquí hay normas de comportamiento. Además, que deben respetar al panameño, quien es dueño de la tierra donde circulan. Aquí tiene que respetarse la ley.
(Con información de Olmedo Rodríguez).
El director del Senafront
Eric Estrada ingresó a la fuerza pública en 1987 y en 1991 se graduó como subteniente en la Universidad de Cadetes General Santander en Colombia. Ese año fue asignado al Servicio de Protección Institucional (SPI) como jefe de operaciones en la seguridad presidencial.
En este gobierno fue director del SPI y ahora del Senafront.