Esperaban una Navidad tranquila, pero los habitantes de la isla de Chiloé, en el sur de Chile, debieron dejar los preparativos de las festividades y las visitas a la playa tras un terremoto de 7.6 grados que les obligó a salir corriendo.
No hubo muertos ni heridos; tan solo algunos daños materiales, pero las autoridades emitieron inicialmente una alerta de tsunami aunque la cancelaron después.
El fuerte terremoto de magnitud 7.6 estremeció el sur de Chile al mediodía de ayer, sorprendiendo a una población todavía despertando en medio de la resaca de la celebración de la noche anterior y en una zona poco acostumbrada a temblores, al contrario de lo que sucede en el norte del país.
La Armada de Chile activó pero posteriormente canceló un alerta de tsunami en la región de Los Lagos y decretó una de precaución (que implica alejarse de la playa) para la mayoría de las regiones del sur de Chile, que también fue cancelada posteriormente.
En total unas 5 mil personas fueron evacuadas de manera pacífica y calmada, dando muestras de la educación cívica de un país -uno de los más sísmicos del mundo- acostumbrado a lidiar con este tipo de desastres naturales.
El Servicio Geológico de Estados Unidos confirmó en un tercer informe el epicentro a 39 kilómetros el suroeste del puerto de Quellón, y a una profundidad de 34.6 kilómetros, en la isla de Chiloé, que se encuentra a unos mil 300 kilómetros al sur de Santiago. El terremoto se produjo a las 11:22 horas locales.
“No se registran desgracias personales”, confirmó en su último informe oficial Ricardo Toro, director general de la Oficina Nacional de Emergencias, quien informó de daños graves en algunas carreteras, cortes parciales en varias rutas, un puente afectado y casi 21 mil personas sin luz en la isla de Chiloé.
Se ha repuesto el 55% del suministro eléctrico y se espera que el resto se restablezca en las próximas horas, explicó.
Además por la televisión circularon imágenes de productos cayendo de estanterías en los supermercados.
El temblor se sintió en regiones aledañas, incluso ciudades y pueblos argentinos. Ya se han registrado 12 réplicas, la más fuerte de 5.2, según informó Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.
Las réplicas continuarán en las próximas horas, días y semanas, alertó Barrientos, y explicó que el terremoto es resultado de la interacción entre la placa Nazca y Sudamericana y que se ha producido por el avance de unos dos metros de la primera sobre la segunda.
Ambas placas se encuentran en contacto en el llamado cinturón del Pacífico, que incluye a Chile.
La situación en la isla de Chiloé, conocida por el turismo y por su actividad pescadora, volvía poco a poco a la normalidad, según mostraban las televisiones nacionales, aunque se registraban grandes colas en las gasolineras por muchas personas preocupadas por abastecerse de gasolina.
“¡Mucha fuerza y ánimo a los compatriotas afectados por el sismo en Chiloé y otras zonas del sur! Protocolos de emergencia ya están operando”, afirmó vía Twitter la presidenta del país, Michelle Bachelet.