El máximo fiscal de Brasil halló pruebas de que una trama de sobornos que implica firmas de ingeniería locales y a la estatal Petrobras se extendió a fondos de pensiones y a un fondo de trabajadores, beneficiando al gobernante Partido de los Trabajadores y sus aliados, informó ayer el diario Folha de S. Paulo.
El periódico dijo que el potencial nuevo frente que se abre en la mayor investigación por corrupción de la historia de Brasil está basado en una serie de mensajes de texto de Leo Pinheiro, el condenado expresidente de la firma de ingeniería OAS y que fue filtrada el jueves a la prensa local.
“Por lo que se puede desprender de los mensajes, hubo obligaciones emitidas por las compañías adquiridas por bancos(...) o por fondos de pensiones donde hay injerencia política”, escribió el procurador general de Brasil, Rodrigo Janot, en documentos a los que tuvo acceso Folha.
Janot afirmó que los mensajes indican que OAS pudo haber pagado sobornos a políticos, como el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, o realizar donaciones oficiales de campaña a partidos políticos a cambio de las transacciones financieras que recaudaron fondos, según Folha.
Los textos filtrados, duramente criticados por el ministro de Justicia brasileño el jueves, podrían hacer que los fiscales investiguen formalmente a varios miembros del gabinete de la presidenta Dilma Rousseff, creando más dolores de cabeza a la impopular líder mientras combate un intento de someterla a juicio político y una recesión económica.
Decenas de firmas de ingeniería están siendo investigadas por contratos de fijación de precios y sobreprecios en Petrobras para obtener fondos usados para sobornar a políticos.
Por el caso Petrobras la fiscalía ha iniciado en total 279 procedimientos, que implican investigaciones sobre 150 personas y 232 empresas.