El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el viernes que los inmigrantes ilegales que tiren piedras contra los soldados serán arrestados, pero que las tropas no les dispararán de vuelta.
Trump hizo estas declaraciones a la prensa un día después de sugerir que los militares podrían disparar contra los integrantes de una caravana de inmigrantes si lanzan piedras contra los soldados desplegados en la frontera con México.
“No tendrán que disparar. Lo que no quiero es que esta gente tire piedras”, comentó Trump a los periodistas fuera de la Casa Blanca. “Si nos hacen eso, van a ser arrestados durante un largo tiempo”, agregó.
Joel Millman, de la Organización Internacional para las Migraciones.
El mandatario estadounidense ha endurecido su posición sobre la inmigración -específicamente en lo relativo a una caravana de migrantes que está atravesando México huyendo de la violencia y la pobreza en Centroamérica- antes de las elecciones de la próxima semana, en la que los republicanos buscan mantener el control de las dos cámaras del Congreso.
El Pentágono dijo el lunes que había desplegado más de 5 mil 200 soldados en la frontera después de que Trump anunció en Twitter el envío de militares. Dos días después, el presidente afirmó que Estados Unidos podría enviar hasta 15 mil soldados a la frontera, más de los que hay actualmente en Afganistán.
El jueves, Trump indicó que su gobierno está ultimando un plan que exigirá que los solicitantes de asilo entren al país a través de accesos legales, aunque no quedó claro si tal limitación sería legalmente posible.
Medida
Trump planea firmar una orden la semana entrante que podría resultar en detenciones a gran escala de migrantes que crucen la frontera sur y prohibir a quien lo haya hecho sin permiso que solicite asilo: dos propuestas jurídicamente cuestionables que constituyen la andanada electoral más reciente del mandatario contra la inmigración ilegal.
En la actualidad hay cuatro caravanas que se dirigen a Estados Unidos. La principal, de unos 4 mil migrantes -que se redujo de los aproximadamente 7 mil que tenía al partir- continúa en el sur de México, donde la mayoría avanza a pie y aún está a cientos de kilómetros de la frontera.
