Justo cuando el cierre parcial del gobierno llegó a los libros de historia como el más largo, los miembros del Congreso se fueron de la ciudad, no había negociaciones programadas y el presidente Donald Trump tuiteó al vacío.
No indicó si iba a seguir adelante con la declaración de emergencia que pondría fin a un impasse, daría el dinero para su muro sin aprobación del Congreso y provocaría desafíos legales y una tormenta política. Un día antes dijo que no estaba preparado para hacerlo “por ahora”.
Los legisladores deberán regresar a Washington de sus distritos congresuales y estatales la próxima semana.
Trump desató una serie de tuits tratando de refutar la idea de que no cuenta con una estrategia para poner fin a lo que se ha convertido en el cierre de gobierno más largo en la historia de Estados Unidos cuando ayer llegó a su 22 día. “¡Las elecciones tienen consecuencias!”, declaró en relación a la elección de 2016, en que “prometí seguridad” y, como parte de esa promesa, un muro fronterizo.
Bennie Thompson, miembro demócrata de la Cámara de Representantes.
Pero resulta que hubo otra elección, en noviembre, y la consecuencia de aquella es que los demócratas ahora controlan la Cámara de Representantes y se niegan a darle dinero a Trump para su muro.
Trump amenazó otra vez con que el cierre puede ser por tiempo indefinido.
Agregó que aprobará una ley que pasó en el Congreso para proporcionar paga retroactiva a unos 800 mil empleados federales que no reciben sus salarios durante el cierre. Los cheques debieron salir el viernes pasado, pero muchos empleados recibieron talonarios de pago con ceros.
Casi la mitad de los empleados del Departamento de Estado en Estados Unidos, y como una tercera parte en el extranjero, están bajo licencia durante el cierre. Con la excepción de algunos empleados locales en el extranjero, el resto trabaja sin paga, como aquellos que tienen la tarea de apoyar al secretario de Estado, Mike Pompeo, durante un viaje por el Medio Oriente.
Una declaración de emergencia nacional por parte de Trump podría acabar con el punto muerto al permitirle utilizar fondos existentes no utilizados para construir el muro fronterizo entre México y Estados Unidos sin necesitar aprobación congresual. Los demócratas se oponen a la medida, pero es probable que no puedan evitarla. Muchos republicanos también están recelosos ante la idea.