La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advirtió ayer contra una “interferencia extranjera” en Líbano, sumido en una nueva crisis política tras la dimisión de su primer ministro Saad Hariri y su marcha a Arabia Saudita.
“Creemos que es esencial impedir la importación a Líbano de los conflictos, dinámicas y tensiones regionales, que deben permanecer fuera del país”, dijo Mogherini el término de una reunión de cancilleres de la Unión Europea (UE) .
La alta representante consideró importante que “todas las fuerzas políticas se concentren en Líbano” y en sus ciudadanos y que “trabajen juntos para impedir cualquier escalada en el país”. Su llamado sigue la estela de las preocupaciones expresadas por cancilleres de la UE como el francés Jean-Yves Le Drian, quien advirtió contra una “injerencia” en Líbano, un país que, para su par alemán Sigmar Gabriel, “no debe convertirse en un juguete de (...) Siria, Arabia Saudita u otros”.
