Grupos no identificados atacaron la madrugada del viernes cuatro iglesias católicas en la capital chilena, con la quema parcial de recintos y la detonación de artefactos explosivos, justo antes de la visita del papa Francisco la próxima semana al país.
Los ataques, que no dejaron heridos y tampoco fueron reivindicados por alguna agrupación o movimiento, ocurrieron en diferentes municipios de Santiago.
En algunas de las iglesias se encontraron volantes con amenazas al Sumo Pontífice, lo que fue condenado por el gobierno.
“En democracia la gente puede expresarse mientras lo haga de manera pacífica y adecuada (...) lo de anoche [madrugada] es muy extraño”, dijo la presidenta Michelle Bachelet a una radio local.
El primer Papa latinoamericano llegará la tarde del lunes a Santiago, donde oficiará al día siguiente una gran misa, para luego cumplir con una apretada agenda en la capital. La estadía en el país se extenderá hasta el jueves 18 de enero.