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La reutilización de aceite vegetal en pequeños negocios de expendio de comida ha alertado a las autoridades del Ministerio de Salud debido a las afectaciones a la salud pública.
Actualmente, dos regiones de Salud investigan el uso final de los aceites vegetal que se utilizan en los restaurantes, y luego se cuelan y venden a las fondas. El Decreto No. 270, de marzo de 2013, establece que este aceite no debe ser usado para consumo humano.
En la esquina de la Gran Estación, punto límite entre los distritos de Panamá y San Miguelito, el olor a fritura que se desprende de los restaurantes y fondas se hace presente en esta área donde transitan miles de personas.
A tempranas horas, fondas como “Doña Juana”, cerca a la estación del Metro en San Miguelito, ya cuentan con hojaldres, patacones y embutidos fritos.
Cada uno de esos alimentos fueron fritos en aceite vegetal, presuntamente adquirido en el supermercado, indicó la administradora de la fonda “Doña Juana”, quien se reservó su nombre.
Ella dice desconocer la venta ilegal de aceite reutilizado, que en estos momentos es motivo de una investigación por las autoridades de la Regional de Salud de San Miguelito del Ministerio de Salud (Minsa).
En esa fonda no cuentan con trampa de grasas y mucho menos tienen un método de reciclaje de aceite quemado, por ello, al final del día es desechado en los drenajes del fregadero.
Para las autoridades de la Regional de Salud de San Miguelito, la adquisición de aceite vegetal reutilizado por parte de algunas fondas y quioscos dedicados a la manipulación de alimentos es un tema que está en investigación, debido al riesgo para la salud pública.
Según el Minsa, cocinar con aceite reutilizado trae como consecuencia problemas estomacales, obesidad, incluso cáncer.
INVESTIGAN DENUNCIAS
Omar Estribí, jefe de Saneamiento Ambiental de la Región de Salud de San Miguelito, manifestó que investigan varios casos de personas que están dedicándose a la actividad de recolectar los aceites utilizados de cadenas de restaurantes o comida rápida, sin los permisos correspondientes.
Según Estribí, “se ha conocido extraoficialmente que estas personas que se dedican a esta actividad están comprando los aceites de estas cadenas de comida rápida y los cuelan para luego revender a los dueños de fondas”.
Este tipo de actividad es ilegal, según el Decreto Ejecutivo No. 270 del 15 de marzo de 2013, que establece normas de vigilancia sanitaria para la reutilización del aceite vegetal, en cualquier establecimiento de interés sanitario.
El artículo No. 4 del decreto indica que “se prohíbe que los aceites vegetales usados sean reutilizados o comercializados para la elaboración y expendio de alimentos para consumo humano”.
El aceite vegetal usado solo puede ser empleado en la fabricación o elaboración de biodiésel, jabones industriales u otro uso industrial no alimentario, ni de animales, manifestó Estribí.
Agregó que los propietarios de fondas y restaurantes están en la obligación de llevar un registro de la cantidad de aceite vegetal que compran con factura, cantidad que descartan y nombre de la empresa que recoge ese residuo, la cual debe contar con permiso sanitario de operación.
Tanto para los propietarios que incumplen con el protocolo de descarte como las personas que se dedican de forma ilegal a reciclar el aceite, existen sanciones establecidas en la Ley 40 de 2006 que establece el Código Sanitario.
Las multas oscilan entre $10 y $500 y es impuesta por las autoridades locales, $501 hasta $5 mil por la autoridad regional y desde $5,001 hasta $100 mil por la Dirección General de Salud Pública del Minsa.
Actualmente en San Miguelito se ha sancionado al 9% de los 350 locales dedicados a la venta de comida.
Con respecto a la actividad comercial, en esta regional no hay registro de empresas legales dedicadas a la recolección de aceite utilizado.
Mientras que en Panamá centro, hay tres empresas dedicadas al reciclaje, de las cuales dos reciclan el aceite de los barcos en los puertos y una el aceite vegetal emanado de los restaurantes.
Onelys Cedeño, jefa de Salud Pública de la Regional de Salud de Panamá Metro, manifestó que en esta región han recibido una denuncia sobre el mal uso de los aceites de cocina, específicamente sobre el descarte final, el cual atenta contra el ambiente.
No obstante, Cedeño aclaró que no se han recibido quejas sobre la venta de aceite vegetal usado de los restaurantes grandes a las fondas más pequeñas.
Añadió que han inspeccionado a las tres empresas que se dedican a esta actividad de reciclaje.
ACEITE QUE MATA
Para Carlos Abadía, médico y propietario de una de las empresas dedicadas al reciclaje de aceite vegetal, existe una mala práctica en la reutilización de aceites desde antes que existiera la norma, ya que era usado para la alimentación de pollos y puercos.
Destacó que en 2013, cuando se logra aprobar el decreto, se estableció que no se podía botar en el fregadero u otro lugar los aceites de cocina, porque un litro de este líquido contamina mil litros de agua.
A pesar de la norma, Abadía dice que muchos restaurantes y cadenas de comida se niegan a cumplir con los procesos que establecen que solo se puede usar este tipo de aceite en fabricación de biodiésel u otro producto.
Explicó que usar aceite reciclado es un peligro para la salud, pues al calentarlo sufre una transformación química muy tóxica llamada dioxina, una sustancia cancerígena de primer grado, que la absorbe la grasa animal.
Desde 2001, el Parlamento Europeo reguló los aceites de cocina reciclados, debido a los riesgos sanitarios, como concentraciones indeseables de materias contaminantes, en especial de dioxinas y sustancias asociadas.