Los candidatos a la Presidencia de la República fueron en modo “combate” al segundo debate oficial en el que confrontaron sus ideas. Acusaciones, ripostas, aclaraciones y voces casi feroces dominaron los primeros 30 minutos del encuentro. Y todos, sin excepciones, prometieron exactamente lo que el sector productor quería escuchar.
La promesa de controlar las importaciones llegó a la cúspide, seguida de la de eliminar o transformar la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa), al transferir sus funciones a otras entidades, revisar los tratados de libre comercio, e incluir cambios constitucionales para proteger la producción nacional.
Y en medio del debate de los siete candidatos a la Presidencia, que en esta ocasión intentó tener un toque técnico, se colaban acusaciones. Ratas. Corruptos. Demagogos. Cobardes.
Monopolio y oligopolios encarecen la producción nacional. Así lo aseguran varios políticos, sin siquiera dar pistas de qué empresarios y cuáles compañías son las que forman los supuestos carteles para vender alimentos caros y de baja calidad. Aun así, prometen eliminarlos.
A Laurentino Nito Cortizo le siguió la sombra de lo que ha hecho el Partido Revolucionario Democrático (PRD). En gobierno, este colectivo firmó el tratado comercial con Estados Unidos, además de crear la Aupsa.
José Isabel Blandón, del Partido Panameñista, parecía haberle montado a Cortizo una persecución, casi una cacería, en el debate de ayer.
Blandón, el candidato del partido gobernante, se apareció armado con carteles en los que acusaba a Cortizo hasta de ser responsable, en su momento, de la baja en la producción nacional.
Cortizo se defendió, aunque no en todas las ocasiones, aduciendo que cuando se creó la Aupsa ya no era ministro de Desarrollo Agropecuario.
Reiteró que eliminará la entidad y transferirá sus funciones al Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y al Ministerio de Salud.
La efectividad y vigencia de la Aupsa es cuestionada precisamente porque en esta institución se gestionan los trámites de importación con pobres controles de calidad y en plena cosecha de producción local.
El debate calentó la helada noche de Volcán, en Chiriquí. En el forcejeo, los político dieron cátedra de dos cosas: de promesas y acusaciones.
Los productores, que eran mayoría en la tribuna del debate con sede en Chiriquí, escucharon que Cortizo espera facilitar a través del Instituto de Mercado Agropecuario (IMA) la compra de productos nacionales para hospitales, centros penitenciarios y escuelas.
De enero a julio de 2018, el IMA importó 30.4 millones de kilogramos de arroz pilado de Guyana, o el equivalente a 672,287 quintales, por 13 millones de dólares.
Saúl Méndez, por el Frente Amplio por la Democracia, volvió, tal como sucedió en el primer debate, con propuestas radicales: control absoluto del Estado sobre la actividad económica. Cuando se escucha a Méndez en este tema, se recuerda a Venezuela.
Pretende regular toda la intermediación, no solo en alimentos, sino en medicinas.
Igualmente, propone una constituyente originaria, que incluiría un “título constitucional para regular la soberanía, autosuficiencia y seguridad alimentaria”.
Acusó a sus seis colegas de haber formado parte de gobiernos que, según él, “han destruido el sector agropecuario”.
La independiente Ana Matilde Gómez prometió, se defendió y acusó. Dijo que, de ser electa, en su primer Gabinete se autorizaría al titular del MIDA presentar un proyecto de ley para eliminar la Aupsa.
Impulsará la producción de mujeres rurales y habló de subsidios a los pequeños productores y la creación de un fideicomiso de uso múltiple con el Banco Nacional de Panamá.
Respondió a las críticas de Méndez y alegó que ella ha propuesto varias leyes e iniciativas en favor del sector agropecuario.
Rómulo Roux, de Cambio Democrático, reiteró sus propuestas del primer debate: pasar las funciones de la Aupsa al Minsa y al MIDA, aplicar salvaguardias comerciales para proteger a los productores y reglamentar leyes existentes que beneficiarían al sector agropecuario.
Aprovechó para defender la Cadena de Frío, una serie de mercados que fueron promovidos en la administración de su partido Cambio Democrático como una solución para comercializar la producción nacional, pero cuyos contratos fueron adjudicados a empresas vinculadas a actos de corrupción en el gobierno de Ricardo Martinelli.
El candidato independiente Ricardo Lombana aboga por una centralización de los alimentos. Propone eliminar la trampa y cumplir con la Constitución y las leyes de la República. “La solución está en aplicar las leyes”. Lombana asegura que restablecerá el consejo consultivo agropecuario y becas para emprendedores del sector agro.
En tono sarcástico, felicitó a todos los candidatos, citando la propuesta de Roux, quien asegura que su gobierno no tendría “botellas” ni funcionarios sin oficio.
A Cortizo le recordó a sus copartidarios Franz Wever y Benicio Robinson, ambos protagonistas de escándalos por el uso de fondos públicos, mientras que a Blandón le cuestionó que no supo decirle “no” a la corrupta constructora Odebrecht.
Un Blandón que ha intentado alejarse del gobierno de Juan Carlos Varela, prometió la creación de tres centros de investigación agropecuario: en Chiriquí, en Azuero y en Darién. Aportará el 1% del PIB en la generación de conocimiento.
Y se comprometió a revisar los tratados de libre comercio en los primeros 180 días de su gobierno. Culminará los proyectos de la Cadena de Frío y también prometió que no se utilizará dinero del gobierno para importar alimentos.
Marco Ameglio, otro de los independientes, dijo que impulsará una revolución en la agricultura y la ganadería, brindando acceso gratuito a bancos de genética para mejorar la producción del país. “Se impulsará la capacitación para productores”. “Fuera las ratas que se están llenando los bolsillos con importaciones, traicionando al productor panameño”. El gran tema ausente en el debate fue cómo garantizar agua en tiempos de escasez.
Quien sea que gane las elecciones el domingo 5 de mayo, tendrá mucho que cumplir. Si de propuestas se trata, el agro salió de su crisis.
(Con información de Aet Tejera, Yolanda Sandoval y Juan Luis Batista)