Los servicios de patología del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social (CSS) y del Hospital Santo Tomás (HST) tuvieron que adecuarse para enfrentar los retos que la pandemia provocó en el manejo de los cadáveres.
Como se recordará, el pasado 27 de marzo el Ministerio de Salud (Minsa) publicó en la Gaceta Oficial la Guía para el manejo de los cadáveres con sospecha y confirmación de Covid-19 en las instalaciones de salud y centros de velación o funerarias, la cual demanda un estricto cuidado en su manipulación para evitar contagios.
No obstante lo meticuloso del proceso, el confinamiento obligatorio, el factor económico, entre otros factores, dilataban el proceso de entrega por varios días de las personas que fallecieron, por lo que redoblaron los esfuerzos para lograr entregas más expeditas.
Al respecto, el jefe del Servicio de Patología del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid de la CSS, Luigui Barrera, subrayó que la experiencia con el manejo de cadáveres de Covid-19 contribuyó a la planificación y modernización de la morgue, pero también para actualizar el de la morgue de la ciudad de la Salud, porque en un futuro “van a ocurrir otras pandemias”.
Barrera detalló que la morgue del complejo tiene una capacidad máxima para 56 cuerpos. Además, mostró estadísticas que señalan que de marzo a mayo ingresaron 636 cadáveres a la morgue, de los cuales 238 fueron el pasado mes de mayo, mientras en abril y marzo hubo 214 y 184, respectivamente.
En el Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid, en virtud del mandato del Minsa, no se están realizando autopsias, pero en algunos casos se toman muestras de tejidos de los cadáveres.
Santo Tomás
Mientras, el jefe del Servicio de Patología del Hospital Santo Tomás, Rodrigo Villalobos, sostuvo que los primeros meses de la pandemia tuvieron algunas dificultades con la entrega de los fallecidos, pero lograron superarlas por el trabajo coordinado en los departamentos.
La demora en el retiro de los cadáveres, explicó el funcionario, se debió a que se modificó todo el protocolo de manejo de cadáveres, porque la preparación desde el momento en que el paciente fallece “es mucho más laboriosa”, por el proceso de descontaminación y mantenimiento del sello de la bolsa donde se coloca el cuerpo.
Villalobos indicó que en este momento en el proceso de trámites se involucran varios departamentos, como el de Registros Médicos, Epidemiología, Trabajo Social, por mencionar algunos, los cuales colaboran para apoyar a los familiares de las víctimas en el proceso.
Agregó que la morgue de este centro hospitalario, al igual que las del resto del país e, incluso, de otros países, no estaban preparadas para un escenario como el que trajo la Covid-19. Sin embargo, indicó que a pesar de todos los inconvenientes las familias están llegando a retirar sus cadáveres en tiempo oportuno, tanto los fallecidos en salas por otras enfermedades, así como los infectados por SARS-CoV2.