En los últimos meses, con la vuelta a las actividades rutinarias y comerciales, en la mayoría de los países se ha visto que los adultos de entre 20 y 40 años pueden estar impulsando una “segunda ola” de casos de la Covid-19.
En un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Emory, en Atlanta, Estados Unidos, y el Departamento de Salud Pública de Georgia, se encontró que las personas menores de 60 años tienden a ser los principales impulsores de los eventos de súper propagación, como la Covid-19.
Esto, fundamentalmente, porque son los que más salen de casa y son responsables de gran parte de la transmisión del nuevo coronavirus y del origen de los rebrotes.
De acuerdo con la investigación, las personas en ese grupo de edad son tres veces más propensos a infectar a otros en comparación con los mayores de 60 años.
Frente a esto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) fue enfática e invitó a la población a considerar que hoy la disciplina social es más necesaria que nunca, porque el fantasma de una segunda ola de la epidemia está latente y también podría ocurrir en Panamá.
“Ahora que las familias están retomando a las actividades que habían interrumpido cuando empezó la pandemia, y que se avecinan las fiestas de diciembre como el Día de la Madre y fin de año, la OPS recalca la importancia de que todos redoblemos las medidas de cuidado personal y proteger sobre todo a los que son más vulnerables”, planteó el organismo internacional.
Para el especialista en Salud Pública Jorge Luis Prosperi, este aumento de casos o segunda ola no es una aseveración alarmista, como afirman todavía algunas personas que no están convencidas de la gravedad de la epidemia. “Es una realidad y tenemos que enfrentarla con mucha responsabilidad individual y colectiva”, acotó.