La Asamblea Nacional (AN) cerró ayer la segunda legislatura del segundo periodo de sesiones ordinarias, y con ese paso terminó la era del perredista Marcos Castillero como presidente de la junta directiva de este órgano del Estado.
El periodo se destacó por el poco avance en la transparencia parlamentaria, por las nulas gestiones para reducir el gasto en planilla y por la aprobación de leyes que no contribuyen a resolver los principales problemas del país: la corrupción, la inseguridad, la educación, la salud, la crisis económica producto de la pandemia, entre otros.
Sin embargo, en su discurso de despedida y clausura de las sesiones, Castillero felicitó a sus colegas diputados por su productividad y eficiencia. Dijo que se habían aprobado 129 proyectos en tercer debate, que se realizaron 427 sesiones de comisiones y 137 reuniones en subcomisiones.
Dijo que aprobaron iniciativas legislativas para afrontar “la enfermedad que hoy nos azota” [la Covid-19]. Pero, al momento de destacar los proyectos, solo mencionó el de certificación de los procesos de elaboración de los proyectos de ley bajo la norma ISO 901 2015, y el del voto electrónico denominado “Asamblea507”.
Aunque el pleno legislativo cerró sus sesiones ayer, las comisiones de la Asamblea deberán seguir laborando, pues proyectos como el de las reformas al Código Electoral y la extinción de dominio esperan primer debate.
Por ahora, el Ejecutivo no ha anunciado si llamará o no a sesiones extraordinarias.
El pleno regresará el próximo 1 de julio para elegir a una nueva junta directiva. Al menos seis diputados del ala oficialista quieren la Presidencia.
Castillero se despidió con felicitaciones y un almuerzo

Con un corto periodo de incidencias, la aprobación de 10 proyectos de ley en tercer debate y un almuerzo en el salón Azul, los diputados de la Asamblea Nacional clausuraron ayer la segunda legislatura del segundo periodo de sesiones ordinarias.
Con el cierre de las sesiones también culmina la era del perredista Marcos Castillero como presidente de la junta directiva de este órgano del Estado, diputado que lideró el Legislativo en dos periodos: 2019-2020 y 2020-2021.
El pleno estará en receso hasta el próximo 1 de julio, cuando los diputados regresen para elegir una nueva junta directiva. La disputa por la presidencia de la Asamblea empezó y seis candidatos están en carrera. Todos son de la oficialista bancada del Partido Revolucionario Democrático, que tiene mayoría en ese órgano.
La gestión

Los dos periodos de Castillero al frente del Legislativo estuvieron marcados por el nulo avance en la transparencia parlamentaria, por el gasto en planilla y por proyectos de ley que, de acuerdo con la sociedad civil, no atacan los principales problemas del país.
El perredista tampoco logró cumplir su promesa de reformar el reglamento interno del Legislativo, documento que se quedó estancado en segundo debate, en el punto 68 de la agenda. En este periodo, y en plena pandemia, la Asamblea aumentó su presupuesto. Pasó de $99.6 millones en 2020 a $107 millones en 2021.
Cristian Ábrego, de Conciencia Ciudadana, manifestó que en la actual gestión la Asamblea no elaboró “políticas públicas que resuelvan los problemas del panameño en temas como educación, salud y seguridad”.
Sin embargo, el diputado defendió su gestión. Ayer, por ejemplo, dijo que lamentaba el fallecimiento de los más de 6 mil ciudadanos debido al nuevo coronavirus y las afectaciones económicas de los panameños. A su vez, indicó que la Asamblea aprobó iniciativas para enfrentar los daños de la “enfermedad que hoy nos azota”. Señaló que se aprobaron 129 propuestas en tercer debate. Mientras que resaltó el “entusiasmo” de sus colegas por la productividad de leyes. Dijo que en su gestión se puso en marcha el sistema de voto electrónico denominado Asamblea507, que fortalece la transparencia en las votaciones del pleno. Pero, hasta el momento, la ciudadanía desconoce las herramientas para ver cómo votan los diputados.
Castillero aprovechó los últimos días de su mandato para hacer eco de algunos proyectos de infraestructura que adelantó. Precisamente, recordó que el pasado lunes, acompañado de su copartidario Benicio Robinson, hizo un recorrido por los predios de la Asamblea para ver cómo avanzaban las obras. A eso le llamó “rendición de cuentas”, sin embargo, a ese acto no invitó a periodistas ni a la sociedad civil.
La última sesión
La sesión, que estaba prevista para las 10:00 a.m., arrancó a la 1:00 p.m. Las discusiones sobre los 10 proyectos en tercer debate transcurrieron con algunas curules vacías, conversaciones entre diputados, reproches por situaciones en las comunidades, reclamos por vetos del Ejecutivo y elogios para Marcos Castillero.
Unos 20 minutos después de haber arrancado la sesión, hubo un receso: Castillero invitó a sus colegas a un almuerzo en el salón Azul, ubicado a pasos del pleno. Allí, el perredista aprovechó para agradecerles el apoyo a su gestión.
Entre los proyectos avalados ayer y que se remitirán en los próximos días al Ejecutivo está el 171; que declara patrimonio natural nacional y área protegida la reserva hidrológica de la cuenca del río Santa María; y el 579; que estipula incentivos tributarios para el deporte.
En medio de los debates, la diputada de Cambio Democrático Mayín Correa agradeció a Castillero la tolerancia que le tuvo y lo felicitó por la “productividad”. “Usted ha presidido un periodo muy rico en leyes buenas y otras no tan buenas...”, dijo Correa en momentos en que se avalaba una iniciativa que ella propuso para crear el programa casa de día para los adultos mayores.
La sesión terminó con el discurso de Castillero y el canto del Himno Nacional, luego de que una comitiva informara al presidente Laurentino Cortizo el cierre del pleno.

