Desde lejos se escucha el frenesí de las guacamayas. Su cantar enjaulado retumba entre la selva tropical que los rodea. Dos niñas, de unos siete años, observan hipnotizadas a las aves, al tiempo que dos hombres se alejan de la jaula mientras discuten si uno de los pájaros que no se movía estaba enfermo o no.
Las guacamayas y sus colores fulgurantes es la primera parada del Parque Municipal Summit, un refugio de animales y plantas rumbo hacia Gamboa que mide 250 hectáreas, y que se ha convertido en uno de los principales lugares para conocer de cerca la fauna y flora panameña.
El parque, además, es el hogar de Panamá, la única águila harpía en cautiverio en el istmo, que es el ave nacional. El ave nació en 2009 en el Metro Zoo de Miami, Florida, donde estuvo tres años antes de llegar al país. Tiene una envergadura de más de dos metros, pesa 14 libras y luce soberbia desde los más alto de la jaula. Desde allí ve a niños, jóvenes y ancianos que se desviven por observarla, anticipando que emprenda el vuelo y muestre toda su majestuosidad.
Un poco más allá, está el jaguar, otra de las joyas del parque. Su imponencia intimida a los visitantes, quienes hablan bajo mientras lo buscan. Estaba echado bajo un arbusto y era difícil de encontrar. Los más temerarios, sin embargo, caminaban por un lado de la jaula cuya cerca de prohibición estaba caída, para poder verlo más cercano. El felino, no obstante, dormía profundo.
El parque posee muchos atractivos además de sus animales. Por cualquier llanura era común ver a familias sentadas sobre una manta, en la hierba, mientras almorzaban o, simplemente, jugaban con sus niños. Las sombras de los árboles aplacaban un poco el calor infernal de mediodía.
En los ranchos también había familias numerosas que intentaban resguardarse del sol, a la vez que tomaban algún refresco o comían una de las necesarias paletas que venden a lo largo del parque.
También hay juegos para niños, un jardín botánico y un paseo de bambú, que es uno de los puntos icónicos del parque en cuanto a fotos para redes sociales se refiere. Incluso, aquella tarde había una joven pareja: un hombre, que vestía un polo blanco con la palabra ‘papá’, hacía de fotógrafo a una mujer de cabello claro, traje celeste holgado y abundante maquillaje.
Y entonces aparecen los monos. Mono ardilla, mono araña y mono tití son algunos de los especímenes que ponen el movimiento en el lugar.
Mientras los otros animales, los más grandes principalmente, buscan refugio del sol bajo cualquier sombra, los monos se mecen sin parar en sus jaulas.
El parque Summit, a $2 la entrada, es uno de los principales atractivos de la ciudad, no solo por sus animales y plantas, sino también por el roce con la selva tropical. Los fines de semana los estacionamientos no dan abasto. Y cuando el calor ya no da más, muchos de sus visitantes van hacia el charco de Gamboa, a unos cuantos kilómetros más adelante.
La naturaleza del istmo es más envolvente que cualquier centro comercial refrigerado.