Más de una treintena de “consultores” de la planilla de la partida 172 de la Asamblea Nacional fueron contratados en la pasada administración en los establos del Hipódromo Presidente Remón.
¿Qué servicio ofrecieron a la Asamblea? Ninguno.
Este diario conversó con varios de ellos y relataron que accedieron a participar en el cambio de cheques para el diputado Héctor Aparicio –en componenda con quien aspiró a ser titular de la Contraloría General de la República, Bernabé Pérez Frachiola–, sin trabajar, toda vez que les ofrecieron una pequeña porción del cheque.
Este medio corroboró, mediante comprobantes de pago publicados en el portal de la Contraloría, los contratos refrendados de los entrevistados y del resto de los cuidadores de caballos, y contabilizó más de 100 mil dólares en contratos.
Aparicio no respondió los recados de este diario. Pérez Frachiola, a su turno, negó los señalamientos.
Por otro lado, un “promotor deportivo” de la planilla 080, del personal de confianza del diputado Pedro Miguel González, lanzó hace unos días su candidatura política por el PRD.
Asamblea contrató a mozos de corral
El Hipódromo Presidente Remón nunca ha sido un buen lugar para guardar secretos. Siempre han existido los llamados “dateros”, personas que nunca dejan de tener un dato para el apostador. Pero hay quienes han apostado a que un revelador dato quedaría sepultado para siempre en sus establos.
Y es que en sus cuadras trabajan más de una treintena de “consultores” que han cobrado y comisionado sobre contratos a su favor, gestionados por diputados de la Asamblea Nacional (AN).
Son cuidadores, galopadores y domadores de caballos que nunca laboraron para el Órgano Legislativo ni le brindaron servicio alguno, salvo firmar los contratos y cambiar cheques, tal como lo reveló este diario en una pasada investigación, de los que únicamente cobraron entre el 5% y 10% de su valor.
Testimonios
Este medio conversó con tres testigos que fueron parte de la red de “consultores” o contratistas de la AN, pagados a través de la partida 172, quienes relataron que en el hipódromo un diputado recogía nombres, cédulas, firmas e, incluso, tramitaba sus traslados para cambiar los cheques de los contratos y entregarle el efectivo a través de terceras personas.
“ Yo estaba limpio y jodido, y me dicen que me van a dar una plata... Era una lista que tenía nombres que completaban las dos caras de una hoja”, reveló uno de los entrenadores, un joven de no más de 30 años, avergonzado de los hechos. (Su identidad no será revelada por temor a represalias).
Otros dos testigos –cuyos nombres tampoco se revelan por las mismas razones– detallaron situaciones similares. Los contratos y cheques llegaban a través de un capataz de Bernabé Pérez Frachiola, caballista, exdiputado (1991-1994 por el desaparecido partido Papa Egoró), y aspirante a contralor en 2014 por el PRD.
Los testigos dijeron que Pérez Frachiola, quien comparte con el diputado Héctor Aparicio (Cambio Democrático) su pasión por los caballos, era el contacto de Aparicio cuando les otorgaron los contratos –entre 2011 y 2012– al mismo tiempo que Aparicio era presidente de la Asamblea Nacional.
Vieja data
Pero no es hasta ahora, –seis años después y en medio de escándalos por el uso de las planillas de la AN– que los testigos han decidido denunciar los hechos.
Y al igual que se pudo corroborar antes, la forma en que se elige a los supuestos beneficiarios de los contratos de “consultoría” responde a un patrón claramente definido: personas en estado de precariedad económica, sin mayores estudios, contactados a través de terceros con vínculos con los diputados, que se encargaban de todo el papeleo y de la logística de cobro.
Los entrevistados dieron nombres de los falsos contratistas, casi todos personal que actualmente trabaja atendiendo a los equinos.
Este diario pudo corroborar la veracidad de los testimonios (ver facsímil). Se ubicó una decena de contratos que suman, al menos, unos $100 mil.
En otras palabras, el patrón de desvío de fondos a través de la gestión de contratos –denominados actualmente cash back– pagados con fondos de la partida 172 de la AN, detectado por este diario, no se reduce al actual período (2014-2019), sino que ya era de uso común durante el quinquenio pasado (2009-2014), de acuerdo con los testigos.
Según publicaciones de la época, durante la presidencia de Aparicio –entre 2011 y 2012– el monto de las contrataciones aumentó respecto al gasto de dos de sus antecesores. Así, este subió a $16 millones, extraídos de los fondos de la partida 172, solo durante el primer periodo de su legislatura. No obstante, el gasto habría sido mayor: unos $25 millones.
“La diferencia no es grande. Creo que le hemos dado oportunidad de trabajo a mucha gente de diversos puntos del país que estaba necesitando laborar y que esperaba la oportunidad de ganarse un ingreso familiar”, dijo Aparicio en aquel momento.
¿Por qué contrataría personal de los establos en la ciudad capital cuando su circuito es el 9-2 [en Veraguas]? La pregunta se quedó sin la respuesta de Aparicio, pues el cuestionario enviado a su correo electrónico fue ignorado, al igual que las llamadas y mensajes dejados con su asistente en la Asamblea.
‘Modus operandi’
A través de uno de los preparadores de caballos de Pérez Frachiola, todas las quincenas cambiaban los cheques en el Banco Nacional de Costa del Este. Para ello, a las 11:00 a.m. los buscaban en un auto sedán “rojo vino”. Y en grupos de cuatro procedían a hacer efectivos los cheques. Incluso, sin salir del banco, entregaban a terceros la mayor parte del dinero.
“Le dábamos la plata a ellos; ellos se la compartían, eran como cinco personas, pero nada más conocía a Bernabé Pérez y Héctor Aparicio”, dijo uno de los beneficiados.
Los testigos indicaron que Pérez mandó a su capataz y entrenador de caballos con el mensaje de que les daría un porcentaje si cambiaban los cheques de los contratos.
El dinero que no era para ellos se guardaba en una bolsa de seguridad, en el establo de Pérez Frachiola, fondos que luego terminaban en manos de Aparicio, revelaron.
Abordado al respecto, Pérez Frachiola negó todo. “No sé qué vinculación puedo tener yo con la planilla –dijo–. Tengo amigos en la Asamblea y sí he hecho favores y cosas como esas, de ayudar a gente, ¿pero, vinculación? No entiendo...”.
“No he buscado a nadie para cambiar ningún cheque en los hipódromos –añadió–, a nadie le he entregado ni llevado a cambiar un cheque... ponga su nombre [de los denunciantes en el reportaje] para demandarlo”, pidió el exdiputado, que señaló que se trata de represalias porque como presidente de la sociedad de dueños de caballos mantiene una “lucha para acabar con el dopaje y la trampa” en el hipódromo.
Héctor Aparicio, irregularidades desde que era legislador
El diputado Héctor Aparicio lleva cinco periodos como diputado y en su historial se reportan múltiples situaciones.
El político estuvo involucrado en 2005 en lo que parece el manejo fraudulento de las exoneraciones fiscales a las que tienen derecho los diputados para importar vehículos. Aparicio usó esta prerrogativa legislativa para importar un Porsche Cayenne y un Lexus. Sin embargo, a los pocos días tramitó la hipoteca de los vehículos a nombre de terceras personas.
Los residentes de su distrito nunca lo vieron conduciendo su Cayenne ni por su residencia tampoco. Según fuentes legislativas, los diputados reciben una “comisión” de parte de a quienes le venden sus vehículos exonerados, de entre $2 mil y $5 mil por la exoneración, dependiendo del valor del carro.
En tanto, el Tribunal Electoral anuló las elecciones pasadas de su circuito y ordenó repetirlas (en las que volvió a ganar) luego de comprobar que Aparicio utilizó $1.4 millones para proselitismo político, sumario que la Procuraduría de la Nación envió a la Corte Suprema de Justicia, pero el tribunal no la admitió. Este año presentó un amparo de garantías contra las auditorías que efectuó la Contraloría a las millonarias partidas circuitales entregadas en la pasada administración, pero desistió del recurso.