Consecuente con su política de poca transparencia y rendición de cuentas, la Asamblea Nacional (AN) sustentó su presupuesto para 2021 casi en la opacidad. Marcos Castillero, presidente del Legislativo, defendió los millones para el próximo año a las 10:00 p.m. del martes 29 de septiembre, momento en que en la Comisión de Presupuesto solo estaban dos de los 15 diputados que la conforman: Benicio Robinson y Gabriel Silva.
En esa sesión, salió a relucir que hasta ahora la Asamblea ha gastado $18 millones en contratación de personal transitorio (planilla 002) y para el 2021 pretenden desembolsar $20 millones, es decir, $2 millones más.
Mientras que ayer, la Contraloría ordenó una auditoría a la planilla 172, luego de que una investigación de La Prensa revelara que entre mayo y septiembre pasado, la Asamblea desembolsó $8 millones en esta partida, sin explicar en qué consisten los servicios prestados. “El contralor Gerardo Solís aclara que en esta administración no existe ni existirá una planilla cashback”, dice un comunicado de Contraloría.
El palacio de la abundancia
En esta historia no hay paredes de espejos, candelabros o sillones de terciopelo, como en el salón de la abundancia del palacio de Versalles. En cambio, sí hay millones, planillas ocultas, apetito político y una gema escondida.
Marcos Castillero, el presidente de la Asamblea Nacional, fue el último jefe de las 83 instituciones públicas que sustentaron sus fondos para el 2021 en la Comisión de Presupuesto del poder Legislativo. Lo hizo sin mucho ruido y con la comodidad de sentirse en su reino. Fue durante la noche del martes 29 de septiembre a las 10:00 p.m., en momentos en que la ciudadanía dormía o descansaba en casa.
Le acompañaron varios de los funcionarios claves para la operatividad del Palacio Justo Arosemena: la jefa de presupuesto, el de recursos humanos y el de asuntos administrativos, entre otros.
El proceso fue rápido. El único diputado que hizo preguntas fue el independiente Gabriel Silva. Tampoco es que había quién las hiciera: en ese momento solo estaban dos de los 15 integrantes de la comisión: Silva y Benicio Robinson, el presidente y copartidario de Castillero.
Castillero, un perredista de tuerca y tornillo, conocido entre sus colegas como “conciliador, comedido y respetuoso”, durante su intervención trazó una gran paradoja. Se quejó de que no tendrá cómo pagar el décimo tercer mes a los funcionarios el próximo año. Pero tiene proyectado más millones para las diferentes planillas. Para personal fijo contará con $49 millones, casi dos millones más que lo que se ha gastado este año de acuerdo con el presupuesto modificado: $47.8 millones. Esa planilla cuenta con 3 mil 574 funcionarios, de acuerdo con información disponible en la página web de la Contraloría.
La gema escondida
Mientras que el gasto en personal transitorio, la escandalosa planilla 002, pasará de $18 millones (presupuesto modificado hasta la fecha) a $20 millones en 2021.
¿Por qué el incremento?, preguntó Silva. Castillero le pasó la palabra a Zuly López, jefa del departamento de presupuesto. La funcionaria contestó lo siguiente: “en efecto, en personal fijo se le ha dado estabilidad a un grupo de personas, que de transitorio pasó a permanente. Y, por supuesto, está contemplado la continuidad de personal transitorio que hasta la fecha se le ha dado el nombramiento”.
La 002, por lo menos hasta el año pasado, era la planilla que arropaba al personal que se le asigna a cada diputado y al de las comisiones permanentes. Es allí donde los hombres y mujeres encargados de hacer las leyes del país nombran a sus activistas políticos, familiares, amigos y compadres. Es un mecanismo que ayuda a consolidar feudos clientelares a costa del erario. En diciembre de 2018, cuando la Contraloría General de la República, entonces a cargo de Federico Humbert, hizo públicas las distintas planillas legislativas, se supo que en ese momento, la planilla 002 estaba compuesta por mil 447 personas, y que el 74% de los diputados tenía nombrado personal que costaba, por lo menos, $15 mil por mes.
Conocedores de la dinámica administrativa del Legislativo, que pidieron el anonimato, contaron a este medio que la planilla 002 es la nueva gema escondida de la Asamblea; que después de los escándalos con la planilla 172 (servicios especiales-contratos), están “inflando” la 002.
El misterio de la 172
Esa noche también salió a relucir el rubro conocido como “servicios especiales”. A Silva le llamó la atención que en los documentos que él tenía (presupuesto modificado 2020 y proyecto de presupuesto para 2021) este renglón, en 2020, estaba en “cero dólares”, pero para el año siguiente tiene asignado una partida de $726 mil 264.
Zuly López, la jefa de presupuesto, volvió a hablar.
“Es cierto que no se nos asignó recurso [para 2020], pero se dio la necesidad, y en el presupuesto modificado se nos dio el mismo monto que nos aprobaron para el próximo año [$726 mil 264]. Es para darle continuidad a los contratos de servicios especiales de personal que allí está laborando”, explicó.
Sin embargo, hay una parte de esta historia que Castillero no contó en la comisión, al menos públicamente, y es probablemente que tampoco se lo explique a la ciudadanía. Una investigación de este medio dejó al descubierto que, en julio pasado, en medio del confinamiento para mitigar los efectos de la pandemia, el Legislativo pagó $8 millones solo en la partida 172, conocida como “planilla cashback”, otra de las plataformas de los diputados para preservar su hegemonía política con nombramientos y contratos a la carta.
De hecho, la investigación de La Prensa reveló que entre mayo y septiembre, el Legislativo pagó a unas mil 750 personas que supuestamente ofrecieron servicios profesionales (contratos que por lo general tienen vigencia de un semestre y se hace un solo pago). El 87% de los $8 millones se pagó en julio pasado. Exdiputados como Javier Patacón Ortega, y María Chelita Delgado, ambos del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD), fueron dos de los beneficiados de estos fondos. La Asamblea no ha precisado qué servicios prestaron.
En la media hora que duró su intervención, Marcos Castillero evitó hablar de los millones de las planillas. Siempre le pasó la palabra a Zuly López. Benicio Robinson cerró la sesión con un cómodo y conveniente discurso, sin preguntas. Silva las hizo todas.
Contraloría auditará los servicios pagados en la planilla 172
Nuevos controles y una auditoría de la planilla 172 de la Asamblea - que de mayo a septiembre desembolsó $8 millones- en contratos de “servicios profesionales” a mil 750 personas, anunció ayer la Contraloría.
Una investigación de La Prensa reveló que exdiputados y familiares aparecían en ella sin descripción de sus funciones.
En la fase del control previo se verificó la asignación presupuestaria y los requerimientos de las normas vigentes para este tipo de contratación, específicamente que no exista dualidad e incompatibilidad de los servidores panameños contratados, explicó la Contraloría en un comunicado de prensa, ayer.
La Prensa consultó cuáles serían estas medidas y el contralor Gerardo Solís aseguró que las suficientes “para garantizar que no son botellas, a diferencia de lo que callan de la pasada administración. ¿Qué controles habían?”, preguntó.
Solís aseguró que, bajo su gestión, quedará “erradicada del todo” la práctica del cashback [en la que el dinero del contrato regresaba a manos del diputado] y, de haber “botellas”, serán sancionadas. “Hemos implementado controles previos para la inclusión en la planilla. En este caso se hará un audito posterior y allí comprobaremos que los controles impuestos sirvieron o si es menester mejorarlos, pero botellas no habrá”, enfatizo.
