La Asamblea Nacional, presidida por el diputado Marcos Castillero (PRD), es la entidad estatal que más ha incrementado sus contratos de trabajo si se le compara con otras entidades gubernamentales.
El Legislativo creció –a mayo de 2020– en número de funcionarios, 132% respecto a las estadísticas del 30 junio de 2019.
A su vez, la partida de planillas que mayores cambios en su asignación tuvo es la 172, que ampara los contratos de servicios profesionales. Esta pasó de $813 mil en 2019 a poco más de $5 millones a marzo de 2020, según el presupuesto de la entidad.
Precisamente, dentro del tipo de contrataciones del Legislativo, el grueso del incremento –de 1,000%–, está en el personal temporal.
Al 30 de junio de 2019, habían 2,339 funcionarios trabajando en esa entidad, de los cuales solo 266 eran eventuales; el resto, permanentes. Sin embargo, al 30 de mayo de 2020, hay 5 mil 428 empleados, de los cuales más de la mitad (3 mil 175) son eventuales.
El cargo con mayor demanda es el de “asistente administrativo”: mil 200 funcionarios con salarios que oscilan entre $1,000 y $4,000.
Diputado Marcos Castillero engrosó la planilla de la Asamblea Nacional en 132%
Una Asamblea Nacional “transparente, moderna y eficiente” prometió el diputado Marcos Castillero (PRD) al ser elegido presidente de este órgano del Estado el 1 de julio de 2019. Pero, al culminar su gestión, y a pocos días de su virtual reelección, lo que es notorio es el incremento del 132% en la planilla del Legislativo.
Al 30 de junio de 2019, Castillero recibió la Asamblea con 2 mil 339 funcionarios y para a mayo de 2020 la planilla se ha más que duplicado: 5 mil 428, entre permanentes y eventuales, según el sitio planillapty.com, iniciativa ciudadana apoyada por el International Center For Journalists, cuya data la extrae del portal de la Contraloría. La Asamblea no publica la lista de su personal eventual, pese a que lo ordena la Ley de Transparencia.
La Asamblea también incrementó el presupuesto del salario de los funcionarios en 134%. Al 30 de junio de 2019, el monto mensual para este rubro era de $3.5 millones. Hoy es de $8.2 millones.
Por otro lado, ha habido importantes aumentos salariales, como el de Erika D’Orcy, una oficial de protocolo de la Presidencia de la Asamblea, es decir, que trabaja directamente para Castillero.
D’ Orcy figura en la planilla de la Asamblea –cuyo dato más reciente es de abril de 2020– con salario de $1,250 mensuales, y con el cargo de oficial de protocolo de la Presidencia de la Asamblea. Sin embargo, en la planilla del Legislativo en Contraloría –actualizada al 16 de junio– D’Orcy aparece con un salario de $5,000 al mes, pero con el cargo de “secretaria II”.
Con este cargo –”secretaria II”– en la Asamblea aparecen otras 184 personas (permanentes y eventuales), con sueldos que van de $600 a $2,800, salvo D’Orcy, con $5,000. Y los “oficiales de protocolo” en la Asamblea no ganan más de $3, 500.
D’Orcy apoyó muy de cerca al hoy contralor –un cargo que nombra la Asamblea Nacional– Gerardo Solís, cuando este emprendió su fallida campaña para convertirse en candidato presidencial por el PRD en 2018.
La Prensa intentó contactar telefónicamente a Castillero desde el pasado martes, en seis ocasiones. También le envió mensajes de texto a él y a su departamento de prensa para preguntar la razón del incremento de la planilla, pero el diputado no contestó.
La gestión de Castillero, además, heredó un presupuesto robusto. A diciembre de 2019, la Asamblea tenía un presupuesto de $129 millones para funcionamiento e inversión, pero solo ejecutó $113 millones, es decir, que terminó con un un saldo positivo de $15 millones.
Para 2020, el presupuesto es de $114 millones. A marzo, había ejecutado el 25%, es decir, unos $29 millones.
Un cambio significativo del presupuesto actual es el de la partida 172, que se incrementó considerablemente: pasó de $800 mil en 2019 a $5.3 millones en marzo 2020. Pese a que son contratos de trabajo, el incremento se cargó al presupuesto de inversiones de la entidad.
La 172 fue la partida usada en el pasado para contratar mozos de corral, mucamas y personal por servicios profesionales. Se le conocía como cashback, en la que un supuesto funcionario cobraba el 100% del contrato de trabajo, pero por una comisión por prestar su nombre devolvía a funcionarios de la Asamblea el 90% o 95% del monto del contrato.
El resto de las planillas de la Asamblea –como las 001 y 002– se mantuvieron en el mismo rango: con un promedio de $45 millones y $26 millones, respectivamente. La 080 no figura en el presupuesto entregado a La Prensa por el Ministerio de Economía y Finanzas.
