Las hospitalizaciones en sala y unidades de cuidados intensivos (UCI) por la Covid-19 se han triplicado y duplicado, respectivamente.
El informe de situación de país de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicado el pasado 12 de enero, precisa que en octubre de 2020 hubo un promedio de 640 ingresos diarios en sala, y 117 en UCI, pero, desde finales de octubre de 2020 hasta el 9 de enero de 2021, se observó, en promedio, un “ascenso progresivo de las hospitalizaciones”, alcanzando 2 mil 257 en sala y 225 en cuidados intensivos.
Según el epidemiólogo Arturo Rebollón, lo complicado de los pacientes hospitalizados, sobre todo aquellos que terminan en las UCI, es la carga emocional que eso representa, tanto para sus familiares como para el personal de salud, si se toma en cuenta que la mitad de los más graves muere.
Detalló que el costo de atención promedio de un paciente UCI es de $30 mil por estadía, lo que implica un gran costo para el Estado.
Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública, subrayó que esta situación se podría manejar mejor si el virus se controla en las comunidades. De hecho, dijo que el 65% de los contagios ocurre entre familiares porque la mayoría de casos activos se aisla en casas.
El Ministerio de Salud reportó ayer 2 mil 307 nuevos casos y 38 muertes. Además hay 2 mil 440 hospitalizados en sala y 233 en UCI.

Enero se perfila como un mes récord de casos y muertes
Los primeros 15 días de enero dejaron cifras récord en comparación con otros meses: más de 45 mil nuevos contagios, más de 650 decesos y al menos 237 hospitalizaciones en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Se trata de una cifra mayor si te toma en cuenta que para mediados de diciembre habían unos 34 mil casos y 360 defunciones, y que el mes cerró con más de 80 mil nuevos contagios y más de 900 muertes por la Covid-19.
Según el especialista en salud pública Jorge Luis Prosperi, en la primera mitad de enero el país se encuentra con un promedio de 3 mil 142 casos diarios, un promedio de 12 mil 500 pruebas diarias y un promedio de 42.5 defunciones diarias.
“Como si fuera poco, aumenta de manera vertiginosa el número de casos activos, así como los pacientes hospitalizados en sala y en UCI”, dijo el médico, y destacó que lo más probable es que los resultados de las medidas de restricción que se adoptaron a finales de diciembre de 2020 y principios de enero se verán reflejadas a finales de este mes o principios de febrero.
En su informe de situación de país –publicado el 12 de enero– la Organización Panamericana de la Salud (OPS) precisa que en Panamá, desde finales de octubre de 2020 hasta el 9 de enero de 2021, se observó un “ascenso progresivo de las hospitalizaciones”, alcanzando un promedio de 2 mil 257 en sala y 225 en cuidados intensivos.
Domingo Moreno, coordinador de la Comisión Médica Negociadora Nacional, subrayó que, actualmente, la ocupación en las unidades de cuidados intensivos es casi de un 80%, lo que significa que estamos a punto de ser “arrinconados” por el virus.
“Estamos a un 20% de llenar todas las salas de UCI y eso se puede alcanzar en muy pocos días. Nos encontramos en una situación riesgosa en la que las autoridades sanitarias deben estar muy atentas ante cualquier hacinamiento”, acotó.
Dolor y costo
En palabras del epidemiólogo Arturo Rebollón, la realidad que se vive en las unidades de cuidados intensivos golpea no solo a los familiares del pacientes, sino también al personal de salud que brinda atención allí, como médicos, enfermeras o técnicos. De acuerdo con el especialista, casi la mitad de los que ingresan a cuidados intensivos con la Covid-19 fallecen y, los que sobreviven, una buena parte sale con discapacidad pulmonar, por lo que requieren terapia a largo plazo. Detalló que el costo promedio de atención de un paciente en cuidados intensivos es de unos $30 mil, mientras que en sala, alcanza los $10 mil.
“Podría ser más o menos, pero ese es el promedio. Un paciente en unidades de cuidados intensivos consume muchos insumos y la carga emocional del personal de salud y sus familiares es grande también”, manifestó.
Durante la pandemia se ha ampliado la capacidad hospitalaria en cuanto a las camas en las unidades de cuidados intensivos. Por ejemplo, en el Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid antes que llegara el virus al país, en marzo de 2020, había 30 camas de cuidados intensivos. Hoy son más de 100.
Aún así, quedan pocas camas, no solo en hospitales del área metropolitana de Panamá y Panamá Oeste para pacientes críticos. También en el interior del país comienza a aumentar la demanda de camas. Tal es el caso del Hospital Rafael Hernández, en Chiriquí, donde el miércoles solo quedaban libres dos camas de 24 que hay en la unidad de cuidados intensivos. “Acá también hay una alta demanda”, dijo el médico intensivista Julio Osorio.
Frente a esto, Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública, subrayó que esta situación se podría manejar mejor si el virus se controla en las comunidades. A su juicio, la batalla contra la Covid-19 se está perdiendo en los corregimientos donde hay más casos y donde los positivos deberían aislarse de forma correcta. En ese contexto, planteó que el 65% de los contagios ocurre entre familiares, pues la mayoría de los casos activos se aisla en casas.
“Aislando así a los casos activos es más difícil controlar la transmisión. Deberían llevarlos a albergues u hoteles cuando no tienen las condiciones óptimas en el hogar”, expresó Gálvez.
Según el especialista en salud pública, la reapertura gradual anunciada por el Gobierno en momentos en que la cifra de casos y muertes es elevada no es conveniente.

