Así monitoreó la Casa Blanca el fraude electoral de 1989



El gobierno de Estados Unidos (EU) mantuvo constante monitoreo de la situación en Panamá tras el fraude electoral en las elecciones del 7 de mayo de 1989.

Documentos internos estadounidenses demuestran la narrativa consensuada del hecho, a escasas horas de que se iniciara el conteo de votos.

Tanto Guillermo Endara, del Partido Panameñista, entonces en oposición, como Carlos Duque, candidato del Partido Revolucionario Democrático, apoyado por los militares, cantaron victoria en el último intento de elecciones antes de la invasión de EU el 20 de diciembre de 1989.

A las 5:30 a.m. del 8 de mayo, una nota de la Casa Blanca, elaborada en el situation room, detalla que con 50.9% de los votos Duque cantó victoria, frente a los 44.7% de Endara; pero la Casa Blanca tomó nota de que las encuestas a la salida de los centros de votación mostraban a Endara al menos 9 puntos por encima de Duque.

“El Departamento de Estado reporta que las tensiones se mantienen altas”, se lee en el reporte. El documento es corto: una página escrita a máquina. Hoy, incluso 30 años después de los hechos, hay oraciones enteras y nombres específicos tachados con tinta negra. Secretos de Estado.

Se reporta también un conteo lento de las papeletas, hecho que EU describió como “extremadamente preocupante”.

La embajada temía que el régimen retrasara el anuncio de los resultados para impedir demostraciones de la oposición y darle tiempo a las Fuerzas de Defensa de implementar planes de contingencia. La oposición, liderada por Endara, hizo un llamado para una demostración frente al Tribunal Electoral a la 1:30 p.m. de ese día.

Otro reporte del 8 de mayo, elaborado por el Departamento de Estado, menciona movimientos de tropas de las Fuerzas de Defensa en torno a la marcha convocada. “Hay reportes de robo de urnas y papeletas por parte de los militares y virtualmente ninguna papeleta ha llegado al Tribunal Electoral”, se plasma en el reporte, con hora de las 6:00 a.m. del 8 de mayo. El documento también menciona los reportes preliminares de observadores internacionales, quienes tacharon las irregularidades de “sistemáticas”.

La elección de mayo de 1989 fue la primera misión observadora del Carter Center, una oenegé estadounidense. En ese momento, una delegación liderada por el expresidente Jimmy Carter declaró la elección como fraudulenta. Un artículo publicado en el New York Times el 9 de mayo, dos días después de las elecciones, detalla las declaraciones de Carter en el programa Nightline de ABC News. “Espero que haya un llamado internacional en condena del dictador que le robó las elecciones a su propio pueblo”, habría dicho Carter. La nota dice que Carter intentó hablar con Manuel Antonio Noriega para discutir la situación, pero “no tuvo éxito”.

El 10 de mayo se elaboró un reporte titulado Panama Update. Nuevamente, la fuente es la Casa Blanca desde el situation room. El documento, de apenas media página, tiene un párrafo completo tachado en negro. Al lado del bloque de tinta negra se detalla la justificación legal: “b(1)”. Según guías federales, archivos desclasificados podrán restringir ciertas partes que “revelen la identidad de fuentes confidenciales, una relación con inteligencia o impidan la efectividad de un método de inteligencia que se use en el presente”. No queda claro cuál de estas razones se emplea para limitar la desclasificación de estos archivos.

Finalmente, el 16 de mayo, 9 días después de las elecciones fraudulentas, la oficina de prensa de la Casa Blanca emitió un comunicado, en el que informó sobre una llamada de ese día entre el presidente estadounidense, George H. W. Bush, y Endara. “El presidente (Bush) fue claro en su solidaridad con el pueblo panameño y en su confianza de que la legítima victoria electoral que Noriega se robó sería restablecida a Endara y sus colegas”, comunicó la oficina de prensa.

Los documentos usados para la elaboración de esta nota forman parte de lo publicado en el portal en línea Panamá Files, un trabajo periodístico liderado por el colectivo de periodistas Concolón en alianza con la Comisión del 20 de diciembre de 1989 y el Centro de Derechos Humanos de Estados Unidos.

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