La Contraloría General de la República anotó más de 100 hallazgos que revelan una maltrecha administración en la Caja de Seguro Social (CSS) tras una auditoría realizada a los estados financieros de la entidad.
El reporte entregado en diciembre pasado por el contralor Gerardo Solís, y avalado por más de 10 técnicos de la entidad, confirman débiles controles internos, lo cual podría afectar adversamente la capacidad de la CSS para registrar, procesar o presentar información financiera consistente en las cuentas de caja, inversiones, cuentas por cobrar, inventarios o cuentas por pagar.
El gran problema de fondo
La Junta Técnica Actuarial de la CSS indicó en octubre de 2020, que debido a la falta de información veraz y completa, la falta de fondos en el subsistema de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) podría ser mayor de la que han computado hasta la fecha.
La CSS tiene un sistema contable inadecuado para el proceso y suministro integral de la información. No hay datos financieros digitalizados, algo impensable en una entidad que maneja un presupuesto anual de más de $5,000 millones y afronta pagos en pensiones por más de $1,600 millones.
Hay atrasos hasta de 80 meses para confeccionar las conciliaciones bancarias de los fondos de pensiones. La morosidad no es consistente con los saldos reflejados en las cuentas por cobrar.
Convoca millonarias licitaciones todos los años y sus estados financieros advierte la existencia de medicamentos e insumos vencidos pendientes de descarte.
Carecen de avalúos actualizados en algunos de sus bienes y faltan controles en el manejo flota vehicular. Cobran cotizaciones y los fondos se acreditan de forma errada a otros programas.