La vacunación de la población menor de 12 años de edad contra la Covid-19 sigue siendo una interrogante, en momentos que variantes agresivas como la Delta toman fuerza.
De momento, dos farmacéuticas están en carrera para producir vacunas dirigidas a este grupo de la población: Pfizer/BioNTech y Moderna, las cuales llevan a cabo estudios clínicos que todavía no concluyen.
Por ejemplo, el estudio de la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer cuenta con más de 4 mil 600 participantes en tres grupos de edad: niños de 5 a 11 años, niños de 2 a 5 años y bebés de 6 meses a 2 años.
Los datos de los niños de 5 a 11 años podrían llegar en algún momento de septiembre y, en función de los resultados, la farmacéutica podría pedir a la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que autorice el uso de emergencia ese mismo mes.
Los datos de los niños de 2 a 5 años podrían llegar poco después y para los niños más pequeños, se podrían obtener datos en noviembre.
En el caso del estudio de la vacuna contra el Covid-19 de Moderna cuenta con unos 6 mil 700 niños de entre 6 meses y 11 años. Se espera que hagan la solicitud a la FDA entre diciembre de 2021 o en enero del próximo año.
Como parte de estos estudios Pfizer y Moderna han tenido que ampliar el tamaño de sus estudios clínicos de sus vacunas contra el coronavirus en niños de entre 5 y 11 años a petición de los reguladores estadounidenses, con el objetivo de investigar efectos secundarios poco comunes, entre ellos inflamación del corazón.
De hecho, la FDA ha solicitado a las compañías que incluyan a 3 mil niños de entre 5 y 11 años en sus ensayos clínicos, el doble del número de pacientes que las farmacéuticas se planteaban.
Pediatras como Javier Nieto han planteado que es importante vacunar a esta población si se desea controlar el virus.
La realidad actual
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) desde el inicio de la pandemia se conoce que los niños, niñas y adolescentes tienen un menor riesgo de enfermarse y de morir por Covid-19 que otros grupos etarios.
También reconocieron que los niños y adolescentes están siendo afectados principalmente por las medidas tomadas para controlar la transmisión del virus de la Covid 19. Estos efectos indirectos se refieren a las consecuencias negativas del cierre de las escuelas, las restricciones al movimiento de las personas que limita las oportunidades para el juego y las relaciones con familiares y también con amigos.
Para la OPS, la evidencia disponible sugiere que los niños y adolescentes serían menos susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 y además transmiten con menos frecuencia el virus que los adultos.
Incluso, cuando adquieren la infección, son por lo general asintomáticos y cuando enferman, suelen tener enfermedad leve con síntomas semejantes a las enfermedades frecuentes en estas edades.
Dentro del grupo de 0-19 años, los estudios sugieren que la susceptibilidad y transmisión son menores en los niños menores de 5 años que en los niños de mayor edad que esa.
Regreso a clases
La Sociedad Panameña de Pediatría de Panamá emitió un comunicado ayer en el que subrayó que los niños son menos propensos que los adultos a tener síntomas y enfermedades graves por la Covid-19, y que estudios sugieren que los menores de 10 años pueden tener menos probabilidades de infectarse y propagar el coronavirus.
Frente a esto, consideraron que el regreso presencial o semipresencial a las escuelas es “impostergable” y que es necesario seguir reforzando las medidas de bioseguridad establecidas, al igual que tomar en cuenta el comportamiento epidemiológico de la enfermedad en distintas comunidades del país.
“Muchos estudiantes por su edad, en particular los menores de 12 años, todavía no son elegibles para recibir la vacuna contra la Covid-19 debido a falta de datos congruentes en estudios de para este grupo, por lo que se debe insistir en la orientación permanente de las medidas de bioseguridad”, plantea la Sociedad de Pediatría.