Balbina Herrera, una de las querellantes del caso que se le sigue a Ricardo Martinelli por los pinchazos, finalizó ayer su testimonio ante el Tribunal de Juicio. Herrera fue la sexta víctima en pasar al estrado en calidad de testigo de la Fiscalía Contra la Delincuencia Organizada, a cargo de la pesquisa.
Herrera dijo que no tenía dudas de que el acusado “orquestó el delito”, no solamente como jefe del Consejo de Seguridad Nacional, sino porque le hizo ofrecimientos de acuerdos económicos, a través de su antigua abogada Samira Gozaine, y recientemente a través de su hijo.
La defensa legal de Martinelli, en tanto, sigue insistiendo en que la fiscalía “manipuló y plantó evidencias” en el juicio a su cliente.