La batalla por la presidencia de Estados Unidos, entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump, se define en un puñado de estados que hasta el cierre de esta edición no habían dado los resultados de la elección del 3 de noviembre.
Los principales medios de comunicación de Estados Unidos atribuían hasta ayer a Biden 264 votos electorales de los 270 requeridos para ganar y a Trump 214.
Estaban pendiente de dar resultados Carolina del Norte (15 votos electorales) Alaska (3), Georgia (16), Nevada (6) y Pensilvania (20). En este último estado, los primeros reportes detallaban una amplia ventaja de Trump, pero al cierre de esta edición la diferencia se acortaba cada vez más, con lo que Biden podría sobrepasar la cantidad de votos necesarios para ganar las elecciones. Sin embargo, otras victorias combinadas en los estados restantes le podrían dar la victoria sin necesidad de Pensilvania.
Ante esta posibilidad, la campaña de Trump ha emprendido batallas legales. En Pensilvania logró que un juez permitiera a los observadores de su equipo supervisar más de cerca el conteo de votos.
Sin embargo, en Michigan, donde hay 16 votos electorales, una corte rechazó la querella presentada por el equipo de Trump que pedía al estado detener el conteo de votos si no estaba presente un delegado electoral de cada partido para verificar y hasta que hubiera disponible un video de vigilancia de cada casilla electoral.
La juez sustentó que el equipo de Trump no presentó evidencias de la supuesta violación a la leyes electorales del estado.
En tanto, en Georgia otro juez no admitió la demanda de Trump que alegaba que las boletas por correo que llegaron tarde estaban siendo mezcladas con boletas que llegaron a tiempo. El juez también dijo que no hay evidencia, o al menos no se la presentaron, de esta afirmación.
Biden no tiene dudas; Trump insiste en fraude
Ante este escenario, Biden declaró ayer que “sin duda” ganará las elecciones.
“Seguimos sintiéndonos muy bien acerca de dónde están las cosas. No tenemos ninguna duda de que cuando termine el conteo, la senadora Kamala Harris y yo seremos los ganadores”, indicó el veterano demócrata refiriéndose a su compañera de fórmula, en una breve alocución desde su localidad de residencia, Wilmington, en Delaware.
Biden lideraba la carrera con 253 votos electorales, frente a 214 de Trump. Si se considera que ganó en Arizona, donde Fox News y la agencia AP proyectaron su triunfo, tendría 264 votos.
Desde la Casa Blanca, Trump denunció que hubo fraude, particularmente en la votación por correo. No obstante, no mostró ninguna prueba y dijo que continuará su batalla legal, incluso ante la Corte Suprema de Justicia, controlada por republicanos. “Los votos por correo han destruido nuestro sistema”, reiteró.
Mencionó los casos de Pensilvania y Georgia, donde empezó ganando y su ventaja poco a poco se fue diluyendo. “Vamos a defender la integridad de los comicios”, señaló.
Bloquean llamados a la violencia
Horas antes, Facebook cerró un grupo integrado por partidarios de Trump, quienes hacían “preocupantes” llamados a la violencia e incitaban a interrumpir el conteo de votos de las elecciones en las que el mandatario aspira a un segundo gobierno.
El grupo “Detengan el Robo” (de votos) había alcanzado casi 350 mil miembros el jueves por la tarde, antes de que el gigante de las redes sociales interviniera.
“En línea con las medidas excepcionales que estamos tomando durante este período de mayor tensión, hemos eliminado el grupo 'Stop the Steal' (Detengan el Robo), que estaba creando eventos en el mundo real”, dijo Facebook en respuesta a la AFP.
“El grupo se organizó en torno a la deslegitimación del proceso electoral, y advertimos preocupantes llamados a la violencia por parte de algunos miembros del grupo', añadió.
El grupo pedía salir a la calle para proteger lo que llamaba la “integridad” del voto, según el diario The Washington Post, y alentaba las donaciones para enviar a partidarios a estados clave como Georgia y Pensilvania.
Algunos de los comentarios decían que el país estaba “al borde de una guerra civil” y preguntaban cómo “derrocar al gobierno”, según el diario.
Desde el día de las elecciones, Trump ha lanzado tuits pidiendo que se detenga el escrutinio, y ha afirmado -sin pruebas- que hubo fraude electoral.
“¡Dejen de contar!', “¡Detengan el fraude!”, tuiteó en mayúsculas el presidente, quien asegura haber ganado las elecciones a pesar de que los resultados preliminares favorecen al demócrata Biden.
Twitter censuró casi la mitad de los mensajes del magnate republicano desde la noche de las elecciones, advirtiendo sobre la naturaleza 'engañosa' de los comentarios.
Facebook y Twitter, que habían anticipado el riesgo de desinformación y llamamientos a la violencia si el resultado electoral se retrasaba, desplegaron numerosas medidas para evitarlo.
Facebook implementó una política de prohibición de propaganda política después del cierre de las urnas, y un portavoz explicó que esta medida durará cerca de una semana y su objetivo es “reducir la posibilidad de confusión o abuso”.