El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acusó ayer al presidente estadounidense, Donald Trump, de querer instalar a una jueza conservadora en la Corte Suprema solo para “eliminar” en plena pandemia el seguro de salud Obamacare.
Biden volvió a exigir que el Senado no se pronuncie sobre la nominación de Amy Coney Barrett para ocupar un lugar en el máximo tribunal, anunciada el sábado por el magnate republicano, a solo unas semanas de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
La jueza Amy Coney Barrett, quien reemplazaría a la progresista Ruth Bader Ginsburg (RBG), fallecida recientemente, ya formó parte en 2018 de la lista de finalistas presentada por Trump para una vacante liberada tras el retiro del juez Anthony Kennedy; pero el cargo fue para Brett Kavanaugh, nombrado a raíz de una feroz batalla por la confirmación.
Con apenas 48 años, su nombramiento de por vida garantizaría una fuerte presencia conservadora durante décadas en la corte, pero sus antecedentes serían un nuevo foco de tensión en un país ya polarizado, por ser la antítesis de ‘RBG, la defensora de los derechos de las mujeres que falleció la semana pasada.
Católica practicante y madre de siete hijos, incluidos dos adoptados de Haití y un pequeño con síndrome de Down, Barrett se opone al aborto, uno de los temas claves dentro de la polarización cultural que domina la actualidad de Estados Unidos.
Todo esto a semanas de las eleccciones para escoger nuevo presidente. De hecho, este martes habrá un debate presidencial entre Biden y Trump.
Ayer Trump siguió atacando a su rival. “Pediré firmemente una prueba antidopaje para Joe el Dormilón antes o después del debate del martes en la noche”, escribió en Twitter el mandatario de 74 años.
El espectáculo televisivo permitirá a los estadounidenses presenciar por primera vez a los dos contrincantes frente a frente, a poco más de un mes de las elecciones del 3 de noviembre, que se vislumbran tensas y posiblemente muy disputadas.

