El Senado boliviano dio paso ayer a nuevas elecciones generales sin Evo Morales como candidato, tras la violenta crisis que estalló hace un mes en torno a la figura del exmandatario y que deja 32 muertos.
“Se aprueba por unanimidad [...] el Proyecto de Ley Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales”, dijo el órgano legislativo reunido en sesión extraordinaria.
La iniciativa fue remitida ayer mismo para su aprobación en la Cámara de Diputados, en la que deberá recibir luz verde antes de convertirse en ley con la firma de la presidenta interina, Jeanine Áñez.
Simultáneamente, el gobierno provisional abrirá el diálogo con los movimientos de protesta, en busca de un acuerdo que ponga fin a los bloqueos y manifestaciones que dejan 32 muertos, 17 de ellos en choques con militares y policías en los últimos 9 días.
De concretarse ambas iniciativas, el llamado a nuevos comicios y la “pacificación” de las calles, Bolivia comenzaría a ver la luz después de atravesar por su peor convulsión en poco menos de dos décadas.
El proyecto, que en principio cuenta con el respaldo del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lidera Morales, prevé la organización de nuevos comicios generales y la renovación del Tribunal Supremo Electoral, cuyos antiguos vocales fueron removidos acusados de haber manipulado el escrutinio.
Al mismo tiempo cierra la puerta a la postulación de Morales, quien ejerció el poder por casi 14 años con una alta popularidad que fue menguando pese a sus logros sociales y económicos.

