Nicolás Corcione, el empresario de la construcción que es miembro de la junta directiva del Canal de Panamá, aún debe explicaciones en torno al contrato para la construcción de la nueva sede de la Asamblea Nacional (AN) y dinero de este proyecto que recaló en cuentas bancarias, cuyos fondos se usaron para comprar la Editora Panamá América (Epasa).
El dinero fue parte de un adelanto de fondos para la obra, pactado en el contrato entre la AN y Grupo Corcione y Asociados, S.A. Sin embargo, no todo fue utilizado para este propósito.
Al menos un millón de dólares terminó en una cuenta bancaria de la sociedad extranjera New Business. Ltd., donde otros contratistas del Estado aportaron millones de dólares para la compra de la casa editorial de los diarios Panamá América y Crítica, y cuya propiedad es atribuida al expresidente Ricardo Martinelli.
Nicolás Corcione, en declaraciones pasadas, sostuvo que esta fue una compra legítima de acciones del holding periodístico, pero las investigaciones apuntan a otros fines, según la teoría del Ministerio Público.
En diciembre pasado, el presidente de la República, Juan Carlos Varela, dijo que “el Canal de Panamá es un activo muy importante del Estado [por lo que] hay que proteger su imagen y sus estructuras legales”, refiriéndose a la posibilidad de remover del Canal a Corcione.
El empresario fue citado por la Procuraduría en diversas ocasiones para responder por este y otros casos, pero el empresario no asistía. En consecuencia, el Ministerio Público decidió pedir a la Interpol emitir una alerta roja en su contra.
Corcione utilizó fondos de AN para comprar Epasa
¿Por qué fondos que debían ser destinados a la construcción de la nueva sede de la Asamblea Nacional terminaron en una cuenta ajena al proyecto y que hoy es blanco de una investigación por la compra de Editora Panamá América?
Lo primero que hay que saber es que el contrato para construir el edificiofue adjudicado a Constructora Corcione y Asociados, S.A., en junio de 2010, cuando era presidente de la Asamblea Nacional (AN) el diputado José Luis Popi Varela.
Originalmente, el contrato fue de 19.5 millones de dólares, pero otro presidente de la AN, el diputado José Muñoz, aprobó una adenda que elevó el costo final de la obra a 22.5 millones de dólares, es decir, un 15% más.
La Prensa ha tenido acceso a documentos que prueban la vinculación de los fondos de la AN al caso New Bussiness, los cuales se describirán en la siguiente relación de hechos.
Recorrido
El 6 de octubre de 2010, Constructora Corcione y Asociados solicitó a la AN un adelanto de 2 millones de dólares, tal como estaba pactado en el contrato. La AN le giró un cheque por ese monto y la empresa lo depositó en su cuenta, en Capital Bank, el 30 de noviembre de 2010.
Para esa fecha, Constructora Corcione tenía en su cuenta tan solo 2 mil 270 dólares. El 20 de diciembre de ese año, buena parte del dinero que le dio la AN en concepto de adelanto por las obras se desvaneció, cuando la empresa solicitó al banco confeccionar un cheque de gerencia -de un millón de dólares- a nombre de Grupo Clio, S.A.
Grupo Clio es una empresa de los Corcione, por lo que cabe preguntarse: ¿por qué no hacer un cheque corriente o una transferencia a esta sociedad que, después de todo, era del mismo grupo familiar? (Hay que considerar que un cheque de gerencia no deja rastros visibles de la procedencia del dinero).
El cheque por 1 millón de dólares ordenado por Grupo Corcione fue depositado en la cuenta del Grupo Clio, en Banesco. Esta cuenta tiene dos firmas: José Corcione y Nicolás Corcione.
Pero el dinero no estuvo ni 24 horas en esa cuenta. Grupo Clio ordenó de inmediato confeccionar un cheque de gerencia -también de 1 millón de dólares-, pese a que aún no había sido acreditado a su cuenta el cheque de gerencia que ordenó Constructora Corcione por 1 millón de dólares.
Así pues, el cheque se confeccionó con un sobregiro contra la cuenta de Grupo Clio, aunque ese mismo día -el 20 de diciembre de 2010- entró el cheque de gerencia de Capital Bank, cubriendo así el sobregiro.
El cheque de gerencia que ordenó hacer Grupo Clio, de 1 millón de dólares, tenía como beneficiario la offshore New Business Ltd. El cheque fue depositado en su cuenta, en el Global Bank.
Lo otro que hay que saber es por qué a la cuenta de la sociedad New Business fue a dar dinero de contratistas del Estado, incluido el millón de dólares de la AN, depositado a su cuenta tras haber pasado por las de Constructora Corcione y Asociados y Grupo Clio.
La teoría del Ministerio Público (MP) es que esta era una cuenta-canasta que sirvió para recoger millones de dólares destinados a la compra de Editora Panamá América, S.A. (Epasa), que publica los diario Crítica y Panamá América.
Pesquisados
Por ahora, el MP investiga por este caso a Daniel Ochy, David Ochy, Dina Ochy, de la empresa Transcaribe Trading (TCT), responsable de la construcción de la autopista Arraiján-La Chorrera.
El empresario y exvicepresidente Felipe Pipo Virzi, su socio Gabriel Btesh, los empresario Riccardo Francolini y Navin Bhakta, socios del expresidente Ricardo Martinelli, así como Aaron Mizrachi, cuñado del exgonbernante (e investigado en múltiples casos).
Otros blancos de investigación son Vernon Salazar Zurita (detenido por el fraude de las ciudades deportivas) y Ricardo Chanis Correa, presidente de Epasa.
La lista continúa con Mike Btesh, Danny Cohen, Moussa Daniel Levy, Gonzalo Germán Gómez, Leo David Cohen, Salomón Btesh, Jack Btesh, Marcos Ángel, Ori Zbeda Levy y Tse Yum Ling, así como los exdirectivos de la extinta Financial Pacific Iván Clare y West Valdés.
Alegaciones
La defensa de Nicolás Corcione asegura que el millón de dólares depositado en la cuenta de New Business a través de Grupo Clio es una inversión de compra de acciones legítima. Pero el MP no está de acuerdo. El año pasado ordenó indagar a Corcione. Considera que hubo una clara intención de mezclar dinero lícito con ilícitos a fin de darle legitimidad a una transacción ilegal.