Mientras el escenario migratorio se complica en la frontera entre México y Estados Unidos, la situación en Panamá es que se avecina una oleada de migrantes procedentes del municipio de Necoclí, en Colombia.
Hasta ayer había en el país mil 752 migrantes de los cuales unos mil 300 estaban en las comunidades de Bajo Chiquito y Canaan Membrillo, en la comarca Emberá. El reto está en los albergues de San Vicente y Lajas Blancas, en Metetí, Darién.
El defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo, informó que en Necoclí hay 19 mil migrantes esperando salir hacia Panamá.
‘Fue triste lo que vivimos, nos trataron como animales’
Ernest Alexander, un migrante haitiano de 23 años que hace dos meses cruzó la selva de Panamá, ahora se encuentra en la ciudad de Acuña, estado de Coahuila, en México, evaluando qué será de su futuro.
Dos días atrás, Alexander se encontraba en San Antonio Texas, Estados Unidos, con un grupo de 10 mil migrantes haitianos. “La mayoría estaba feliz porque habíamos logrado el sueño americano, pero de la nada llegó la policía a caballo y luego todo fue un caos”, narra el joven migrante.
Ante la confusión, contó que él junto a cuatro amigos más corrieron de vuelta al río Bravo, y cruzaron nuevamente hacia México antes que los deportaran. Detalló que algunos conocidos fueron montados en autobuses y luego llevados en avión a su natal Haití.
Ahora, desde ciudad Acuña y en conversación con La Prensa, reflexiona: “la verdad no sé qué haré. De momento no quiero volver a Texas porque me enviarán nuevamente a mi país y no quiero volver. Aquel día fue triste lo que vivimos, nos trataron como animales”.
De su travesía por Panamá en julio no tiene muy buenos recuerdos. Primero por el exigente viaje entre Colombia y el tapón de Darién, además porque en ese mismo camino le robaron parte de su equipaje, dinero y el teléfono celular. De hecho, en México tuvo que trabajar algunas semanas para contar con un nuevo aparato móvil, que le permitiera comunicarse con familiares y amigos durante su riesgoso recorrido.
En ciudad Acuña también se encuentra Javier Alvarado, comandante del Cuerpo de Bomberos del lugar, quien subrayó que la situación es dramática, ya que anteriormente había presencia de migrantes en la zona, pero lo de ahora no tiene precedentes en Coahuila.
Alvarado narró a La Prensa que este año se han ahogado intentando cruzar el río Bravo, para llegar a Texas, 18 migrantes, aunque la cifra es mayor. “En nuestra jurisdicción hemos atendido este año 18 casos de personas ahogadas, pero otras entidades a lo largo de la frontera se han referido a que más de 130 personas perdieron la vida pasando el río”, sostiene.
Precisamente, ayer Alvarado junto al equipo de rescate del Cuerpo de Bomberos de Acuña llevaba a cabo labores de búsqueda de tres migrantes haitianos que fueron arrastrados por la fuerte corriente de agua, aunque los esfuerzos fueron en vano. A pesar de ello continuarán sus labores: “generalmente los cuerpos flotan después de tres días, así que ese es el mismo tiempo que seguiremos buscando”.
Los migrantes habían amarrado una cuerda de un extremo a otro del río Bravo, con el objetivo de cruzar de manera más segura, pero cuenta el bombero que cuando comenzó la persecución fue cortada del lado de Estados Unidos.
De momento, en ciudad Acuña hay más de 5 mil migrantes, sobre todo haitianos, esperando una oportunidad para ingresar a Estados Unidos. Mientras, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos dio a conocer que comenzó una investigación contra agentes de la Patrulla Fronteriza durante el proceso de contención de migrantes haitianos en la frontera.
Panamá y Colombia
En momentos que el escenario migratorio se complica en la frontera entre México y Estados Unidos, en Panamá la realidad es que se avecina una nueva oleada de migrantes haitianos procedentes de Necoclí. Hasta ayer habían en Panamá mil 752 migrantes, de los cuales 700 están en Bajo Chiquito, y 600 en otra comunidad emberá llamada Canaan Membrillo. El resto está en las estaciones receptoras de San Vicente y Lajas Blancas, en Metetí, Darién.
Autoridades de Necoclí precisan que hay 19 mil migrantes en este municipio esperando salir hacia Panamá. Señalan que se vendieron boletos de embarcaciones hasta el próximo 13 de octubre y que a diario están saliendo 500 caminantes hacia Panamá.
En palabras del defensor del pueblo de Colombia, Carlos Camargo, en los últimos días aumentó el número de migrantes en tránsito que llegan a Necoclí y que se encuentran varados allí ante la imposibilidad de conseguir un tiquete que los lleve pronto hacia la zona del Darién, para atravesar la frontera con Panamá.
“En el monitoreo y seguimiento a la crisis migratoria en el municipio de Necoclí (Antioquia) desde la Defensoría del Pueblo hemos podido constatar que se encuentran represados cerca de 19 mil migrantes en este municipio, con destino a Acandí (Chocó), para su tránsito a la frontera con Panamá”, aseguró Camargo.
También advirtió de que hay un número indeterminado de personas que no han podido adquirir sus tiquetes o quienes deciden cruzar el Golfo de Urabá en embarcaciones ilegales, especialmente en horas de la madrugada, lo cual puede representar un peligro.
“Se reitera el llamado a las autoridades para reforzar sus controles y evitar vulneraciones de los derechos de los migrantes”, acotó.
Para Eduardo Leblanc, defensor del Pueblo, este fenómeno global hay que atacarlo de forma global, entre los países de la región. También dijo que le preocupa la violencia contra los migrantes en la selva entre Panamá y Darién, pero agregó que el Servicio Nacional de Fronteras aumentó la cifra de agentes en la zona.
Además solicitó que se preste atención al manejo de los migrantes en Chiriquí: “no podemos abandonar el albergue de Los Planes en Gualaca, ya que es importante meterle la mano al campamento y valorar el trabajo que se hace allá con el tránsito de las personas”.
Entre enero y agosto de 2021 pasaron por Panamá 70 mil migrantes, lo que supone un año récord.
