Caso del hospital modular: la fiscal ignoró irregularidades

Caso del hospital modular: la  fiscal ignoró irregularidades


A pesar de los testimonios de empresarios que dan luces de posibles irregularidades en la contratación de SmartBrix Centroamérica por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP), para construir el hospital modular en Albrook, la fiscal anticorrupción Anilú Batista archivó provisionalmente el caso, tras concluir que no se configuraron los delitos de peculado y fraude en contrataciones públicas.

Entre los que rindieron testimonio se encuentra el presidente de Isobox, S.A., Mayur Parsot Madhav, quien aseguró que el 16 de marzo de 2020 se enteró de que SmartBrix había sido seleccionada para construir el hospital modular, pero siete días después, el 23 de marzo, uno de sus asesores comerciales recibió una solicitud de propuesta del MOP para construir algo similar en Colón.

El 24 de marzo de ese año, indicó Parsot Madhav, su asesor recibió un correo del MOP informándole los parámetros para construir el hospital modular en Colón, por lo que presentó una propuesta, de por $5.8 millones, para un hospital de 75 camas de hospitalización y cuidados intensivos.

Sorpresivamente, esta propuesta fue incluida como una de las ofertas para construir el hospital modular en Albrook, no en Colón. En su momento, cuando La Prensa consultó al ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, sobre esta oferta, éste indicó que el presidente de Isobox presentó una propuesta para el hospital de Albrook, pero aseguró a este medio que dicha propuesta era extemporánea.

La versión de Sabonge la mantuvo en entrevistas y documentos que aportó a diversas entidades, entre ellas, al Ministerio Público.

Otra irregularidad fue expuesta por el empresario turco Alí Kemaloglu, CEO de Turmaks, quien afirmó que fue contactado por el presidente de SmartBrix Centroamérica, Nitesh Mayani, para pedirle la cotización de un hospital para Colombia, y no para Panamá.

Para su sorpresa, el nombre de su empresa quedó entre los oferentes rechazados en Panamá.

Igualmente, Sekcuk Sarigul, presidente de Eltekser Medical Corp., dijo a la fiscalía que la propuesta que entregó con productos Turmaks era de $3 millones, pero fue presentada en Panamá por otra empresa, TKL Import & Export, y no por ese monto, sino por $18 millones.

A pesar de que la fiscalía revisó el intercambio de correos entre estas empresas y el MOP, se desestimaron.

¿Módulos nuevos?

Una investigación de La Prensa encontró que SmartBrix importó 160 módulos de segunda mano de Costa Rica, el mismo número de módulos necesarios para construir el hospital de Albrook. SmartBrix no había importado una cantidad semejante de módulos nuevos en 2019 ni en 2020. Solo 69, procedentes de China, en febrero y diciembre de 2019.

Pero fotos y contratos de alquiler fueron las pruebas que entregó SmartBrix en agosto de 2020 al contralor, Gerardo Solís, para lograr el refrendo del contrato que ayer finalmente – anunció la entidad– pagará: $6.5 millones.

Ello, a pesar de que SmartBrix no presentó en aquel entonces las facturas de compra ni documentos de importación o procedencia de los módulos usados en el hospital de Albrook.

Con todo, en agosto de 2020, Solís dijo a La Prensa estar “satisfecho” con los alegatos de SmartBrix. Cuando La Prensa preguntó a Solís sobre cuándo la empresa introdujo estos módulos a Panamá y de dónde provenían, dijo desconocerlo. “Yo no pregunté eso”, se excusó.

Solís no fue el único que implementó un método poco confiable para confirmar la calidad y procedencia de los módulos. La fiscal Batista reportó que una ingeniera, a través de inspecciones en diversas compañías y proyectos, pudo “verificar la existencia física de 152 estructuras modulares provenientes de Costa Rica”. No menciona quién contrató a la ingeniera ni cómo llegó a determinar la procedencia de las estructuras que inspeccionó.

Batista resaltó también que personal de su fiscalía inspeccionó personalmente los talleres de SmartBrix y comprobó que ahí se encontraban los módulos traídos de Costa Rica, pero también dijo que fueron los empleados de SmartBrix los que le informaron cuáles eran las estructuras importadas de tierras ticas.

SmartBrix aportó a la fiscalía documentación sobre sus importaciones procedentes de China, de 2018 a 2019, que probarían que la empresa mantenía en inventario material nuevo para construir el hospital modular.

La fiscal solicitó a la Autoridad de Aduanas las importaciones de SmartBrix de 2015 a 2020, para constatar si la empresa tenía o no módulos nuevos. Aduanas confirmó a La Prensa, el año pasado, que SmartBrix no importó módulos antes de la obra, que requería, como se dijo, 160 de estas estructuras.

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