La jueza tercera de liquidación de causas penales, Baloisa Marquínez, tiene el conocimiento de dos expedientes sobre la constructora brasileña Odebrecht y sus presuntas actividades delictivas en Panamá.
Por un lado, la jueza está a la espera de la vista fiscal del caso “grande” de Odebrecht, con 1,067 tomos y 100 imputados.
Por el otro, recibió el expediente del caso del proyecto de riego Remigio Rojas, que le fue remitido por el entonces titular del juzgado Duodécimo de Circuito de lo Penal, Óscar Carrasquilla. Este juzgado dejó de existir el pasado 30 de septiembre y debía remitirle a la jueza Marquínez todo lo relacionado con la empresa Odebrecht.
La Fiscalía Especial Anticorrupción había solicitado al juez Carrasquilla la acumulación de ambos casos, pero este negó la petición en octubre del 2018 y, en apelación, el Segundo Tribunal Superior de Justicia confirmó su decisión y mantuvo los dos expedientes en procesos separados.
El desafío judicial de los casos Odebrecht
El 5 de septiembre de 2017, el entonces juez Duodécimo Penal, Óscar Carrasquilla, a petición de la Fiscalía Especial Anticorrupción, aceptó acumular en el caso Odebrecht contenido en el sumario 05-2017, los expedientes relacionados con los sobornos presuntamente pagados por la constructora a través de bancos suizos (01-2017) y al exdirector de Proyectos Especiales del Ministerio de Obras Públicas, Carlos Ho (02-2017).
Es decir, el sumario Odebrecht se convirtió a partir de esa fecha en la acumulación de tres casos.
Luego, en 2018, el Ministerio Público (MP) pidió otra acumulación con el expediente “grande” de Odebrecht. Este era el sumario del caso relacionado con el proyecto de riego Remigio Rojas en Chiriquí, desarrollado entre 2006 y 2008, en el gobierno de Martín Torrijos (2004–2009).
Carrasquilla negó esa acumulación de forma muy vigorosa, llamando la atención sobre lo complejo del caso y la cantidad de imputados que había entonces: “debido a que el expediente 05-2017 y sus acumulados guardan relación con las personas jurídicas creadas supuestamente para el pago de coimas en Panamá, mientras que el 28-2017 se centra en un proyecto específico realizado por dicha constructora en nuestro país”.
Además, Carrasquilla respaldó su negativa en el hecho de que entonces el sumario ya tenía 63 imputados y unos 300 tomos. El Segundo Tribunal Superior confirmó su criterio, luego que el MP apeló la decisión.
Estrategia
La acumulación es un mecanismo procesal que procura la eficiencia y la concentración en un mismo proceso de las causas contra un mismo individuo o por un mismo delito, por el cual se vincula a dos o más personas, o que exista conexión entre las conductas y acciones vinculadas con un delito, y las realizadas para la comisión de otro delito.
Este criterio lo recoge el Código Procesal Penal en el artículo 36, y lo reconoce el Código Judicial en el 1987, pero exceptúa la acumulación de procesos si esto puede causar “…un gran retardo de alguno de ellos, aunque en todos deba intervenir el mismo tribunal”.
Así, es posible entender el razonamiento judicial de Carrasquilla. El hecho de que todos los casos tengan vinculación con Odebrecht, con el presunto pago de coimas y blanqueo de capitales, no necesariamente significa que deban ser acumulados.
En fallo del 21 de julio de 2014, la Corte Suprema de Justicia se refirió a este tema así: “…el juzgador a quien se le somete una solicitud de esa naturaleza por parte del Ministerio Público, debe descartar que la misma no ocasione situaciones que puedan comprometer el ejercicio de los derechos de otra u otras personas que pueda o puedan ser vinculadas al proceso ya que, al igual que el resto de las actuaciones de las autoridades de la República, la ruptura de la unidad procesal se encuentra sometida al principio constitucional del debido proceso”.
La Corte ha sido constante al aplicar el principio de acumulación, enfatizando que aquellas causas en las que no existe ese elemento de conexión y que estén en fases procesales distintas, no pueden ser acumuladas.
La ventaja que podría tener para el MP acumular en un solo proceso la mayor cantidad de casos se pierde ante la mera escala del caso “grande” Odebrecht, que tiene 100 imputados, 1,067 tomos, implicó 127 asistencias judiciales internacionales y enfrentó 210 incidentes presentados por los defensores.
Cuando más es mejor
El 15 de octubre de 2020 concluyó el plazo para las pesquisas en el caso “grande” de Odebrecht, asignado a la jueza tercera liquidadora Baloisa Marquínez.
Esta semana, Marquínez pospuso la audiencia del caso Blue Apple, programada para el 11 de noviembre, hasta abril del 2021. Las razones fueron la mudanza del juzgado y la falta de notificación de algunas de las partes.
La jueza también conoce el caso Remigio Rojas, cuyo expediente le fue remitido por Carrasquilla antes de que se cerrara su juzgado.
Además del caso “grande” de Odebrecht y el de Remigio Rojas, la Fiscalía Especial Anticorrupción sigue otras sumarias vinculadas a Odebrecht: las tres fases de la cinta costera, la Autopista Madden-Colón, las líneas 1 y 2 del Metro y el caso del Patrimonio Histórico.
Algunos de estos casos están paralizados por recursos. Otros tres sumarios vinculados a Odebrecht han sido cerrados provisionalmente por el propio MP: el proyecto carretero Santiago-Viguí y el de la hidroeléctrica Dos Mares, cerrados 2018, y la canalización del río Caldera, en 2017.
El esfuerzo de acumular casos permite al MP ahorrar recursos y concentrar su atención en un solo proceso. Sin embargo, la historia reciente de la justicia panameña demuestra la ventaja de tener múltiples sumarios, ya que si se cae o se estanca uno, los protagonistas y testigos claves tienen más incentivos de colaborar ante la expectativa de los otros.
La familia de casos Odebrecht es una tarea que tomará años en definirse y que, precisamente por esto, sus resultados serán las notas de calificación del MP, el Órgano Judicial y, en realidad, de toda la justicia panameña.
