La congestión portuaria, agravada con los casos de contagios de Covid-19 entre trabajadores de los puertos del sur de China, no mejorará y pone en riesgo que la mercancía de fin de año llegue a los almacenes después de diciembre, según las proyecciones de las agencias de carga en Panamá.
“Es más probable que empeore a que mejore”, dice Edgar Urrutia, presidente de la Asociación Panameña de Agencias de Carga. Las confirmaciones de las reservas de los espacios en las navieras para traer la carga están demorando hasta cuatro y seis semanas.
El panorama genera una incertidumbre sobre la posibilidad de que no haya mercancía nueva en la estantería o la que llegue se venda a mayores costos por el alza de los fletes que durante las últimas semanas se han incrementado hasta tres y cuatro veces.
Es una situación global que afecta todo el comercio mundial, que en un 90% se realiza por vía marítima.
La presión es tal que un gran retail como Home Depot contrató un barco para traer la mercancía de Asia, buscando una solución propia.
Ante estos retos surge la oportunidad de nearshoring para crear centros de manufactura local o regional que estén más cerca de los mercados de consumo en lugar de depender tanto de Asia.
Por su posición geográfica, Panamá tiene todas las ventajas para ofrecer estos servicios y sacarle los beneficios, afirma el exadministrador del Canal, Jorge Luis Quijano.