A algunos más que otros, la Covid-19 impacta a poblaciones vulnerables como niños, adultos mayores, mujeres embarazadas o indígenas.
Reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) precisan que desde que comenzó la pandemia (en marzo de 2020) hasta el 9 de febrero, se han registrado mil 698 embarazadas contagiadas, de las cuales 8 fallecieron, así como 2 mil 841 indígenas infectados y, de ese total, 53 murieron.
En la población menor de 9 años de edad se han reportado 24 mil 461 casos, con 15 decesos, y en la de adultos mayores de 60 años de edad hay 46 mil 103 casos, con 3 mil 891 muertes.
De las 5 mil 230 muertes ocurridas en el período mencionado, 3 mil 967 corresponden a las poblaciones vulnerables.
Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública, subrayó que las poblaciones vulnerables están siendo las más afectadas por la Covid-19.
Jaime Sánchez, presidente de la junta directiva de la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología, sugirió crear protocolos de atención. “Nosotros creamos un manual para atención de embarazadas que fue aprobado por el Ministerio de Salud”, acotó.

Un oportunista virus que se ensaña con los más débiles
La Covid-19 no discrimina, y cuando se trata de las poblaciones más débiles del país —como niños, mujeres, adultos mayores o indígenas— se ensaña lo más que puede.
Lo anterior queda en evidencia en informes estadísticos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y en planteamientos de presidentes de sociedades médicas del país, quienes observan cómo el virus actúa en determinados grupos.
Una de las poblaciones más afectadas en pandemia es la de los adultos mayores (personas de 60 años de edad y más). Las cifras hasta el pasado 9 de febrero precisan que habían 46 mil 103 contagiados y de ese total fallecieron 3 mil 891, lo que lo hace el grupo con más decesos a causa del virus.
En este contexto, una de las recomendaciones de la OPS en los últimos meses es que se retomen las atenciones a los pacientes crónicos en medio de la pandemia, ya que los sistemas de salud se han concentrado principalmente en los pacientes contagiados con la Covid-19. Esto debido a que muchos de los adultos mayores también son pacientes con padecimientos crónicos, lo que agrava su vulnerabilidad ante el nuevo coronavirus.
Estimaciones del Ministerio de Salud (Minsa) muestran que el 60% de las defunciones por la Covid-19 ocurre en personas con uno o más factores de riesgo, como enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o la obesidad.
Embarazadas
Las mujeres embarazadas también están siendo víctimas del virus. Hasta el momento se han reportado mil 698 casos de la Covid-19 en embarazadas y ocho decesos.
La incidencia máxima de casos se alcanzó inicialmente en julio de 2020 (255), con un descenso posterior y luego alcanzando su pico máximo en el mes de diciembre (263 casos).
De acuerdo con la OPS, se evidencia un “mayor riesgo” de la mujer embarazada de presentar formas graves del nuevo coronavirus y, por ende, tienen más probabilidades de ser hospitalizadas.
“Se debe fortalecer el sistema de vigilancia, en particular de la mortalidad materna y perinatal, así como de la morbilidad materna extremadamente grave, materna y neonatal. Además, hay que facilitar el acceso a pruebas para la detección temprana de casos sospechosos en las embarazadas, para la confirmación del diagnóstico y el manejo oportuno, incluyendo tomar medidas de aislamiento de los casos y de cuarentena de los contactos”, sostiene el organismo internacional.
En Panamá, la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología ha seguido muy de cerca este tema y también ha realizado aportes en la atención de esa población.
Su presidente, Jaime Sánchez, explica que definitivamente al inicio de la pandemia, en marzo de 2020, el impacto fue mayor porque entonces se trataba de un virus desconocido, se restringió el acceso a los servicios de salud y la atención giraba en torno a los contagiados con la Covid-19.
“El control de los embarazos se daba de forma esporádica y muchos de los médicos que atienden a esta población tiene más de 60 años, por lo que una buena parte se fue a su hogar debido a que eran grupo de riesgo”, puntualizó Sánchez.
Agregó que en la medida en que se dio la reapertura y los servicios de salud se restablecieron, volvió la atención. La Sociedad de Obstetricia resaltó que trabajaron en conjunto con el Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud para brindar consultas vía telefónica, lo que ayudó a muchas mujeres en pandemia.
En palabras del especialista uno de los problemas que sí se debe solucionar es tener suficientes insumos para atender a las embarazadas, ya que en algunas regiones estos elementos están ausentes, sobre todo en áreas rurales e indígenas.
Además, la Sociedad de Obstetricia y Ginecología considera que a las embarazadas deben incluirlas dentro del esquema de vacunación contra la Covid-19.
Como parte de sus aportes en pandemia, esta organización médica creó un manual para atención a embarazadas, que fue aprobado por el Minsa.
Población infantil
Dentro de la población infantil se han reportado miles de contagios e, incluso, defunciones: 24 mil 461 casos en menores de 9 años de edad, con 15 decesos.
Y pese a que las manifestaciones clínicas del nuevo coronavirus en los niños son generalmente leves comparadas con las de los adultos, según la OPS se viene observando en los niños casos de un síndrome hiper-inflamatorio que puede llevar a fallas multiorgánicas y choque. Ahora se le conoce como Síndrome Inflamatorio Multisistémico.
Ante ese escenario, hospitales pediátricos, como el Hospital del Niño, aprobaron un protocolo que fija los parámetros para la atención de los pacientes con sospechas de padecer este síndrome.
Indígenas
La OPS detalló que en el caso de Panamá se han contagiado 2 mil 841 indígenas; 53 han muerto.
Para los especialistas en salud pública, esta es una de las poblaciones más vulnerables si se toma en cuenta que las comarcas tienen los más altos índices de pobreza de todo Panamá.
Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública, subrayó que definitivamente está confirmado que las poblaciones más vulnerables cargan con las secuelas más graves de la Covid-19.
“No me cabe duda que en las poblaciones indígenas deben haber subregistros de personas contagiadas o muertas que no aparecen en las cifras oficiales, ya que viven en áreas de difícil acceso”, manifestó Gálvez, quien agregó que la población infantil ha sido dejada en un “segundo plano” en pandemia, y no debe ser así.