Luz verde para centro de vacunas, primera fase está en marcha

Luz verde para centro de vacunas, primera fase está en marcha
El Crivb se dedicará al estudio de vacunas emergentes y reemergentes, y enfermedades de interés para la salud pública. AFP


La junta directiva de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) aprobó, por votación unánime, la creación del Centro Regional de Innovación de Vacunas y Biofármacos (Crivb-AIP) con el fin de dotar al país y a la región con la capacidad de investigar, desarrollar y fabricar vacunas y anticuerpos monoclonales requeridos para enfrentar emergencias sanitarias.

El proyecto, que está dividido en fases, tiene un costo total estimado de $100 millones y sus fondos se están gestionando desde el año pasado, cuando en junio de 2021 la Asamblea Nacional aprobó a Senacyt un crédito extraordinario de $2.5 millones para comenzar el proceso de creación.

Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), manifestó que este centro de investigación garantizará la preparación y respuesta rápida contra patógenos.

Añadió que el alcance geográfico de este centro será Centroamérica y el Caribe, región que, a excepción de Cuba, no cuenta con instituciones académicas, ni industriales enfocadas a la investigación y desarrollo de las vacunas.

La iniciativa surgió en medio de la pandemia de la enfermedad Covid-19, que mostró la necesidad que tiene Panamá de desarrollar vacunas y biofármacos para no depender solamente de las grandes empresas productoras, como ocurre en este momento.

Ortega Barría detalló que el plan trazado es contar con el personal, infraestructura y equipamiento entre 2022 y 2023. Esta sería la primera fase del proyecto, dijo.

La segunda fase del proyecto corresponde a la construcción de una planta piloto de producción de vacunas para estudios de fase I y II de investigación clínica, y con la capacidad de producción nacional de vacunas, anticuerpos monoclonales y otros biofármacos. Esta fase tiene una fecha estimada de inauguración en 2024.

La tercera y última fase sería la construcción de una planta de manufactura de vacunas y biofármacos de bajo volumen (30 millones de dosis) para la región, según estudio de viabilidad.

El prometedor proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Ciudad del Saber, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y socios académicos, como Texas A&M University Health Science Center y el Corea International Vaccines Institute.

De hecho, recientemente visitó el país, David Eastes (vicepresidente adjunto), representante de Texas A&M University Health Science Center, acompañado del abogado Rodolfo De La Guardia, con la intención de fortalecer los lazos de cooperación con la Senacyt para colaborar en llevar adelante este centro.

Ivonne Torres Atencio, directora de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, es una convencida de que un proyecto de esta magnitud requerirá la inversión de múltiples actores, y además tendrán que realizarse alianzas con la academia de la región, recurso humano adecuado y, sin lugar a dudas, la visión de que el impacto no podrá medirse con inmediatez.

“Hay que tener como prioridad los beneficios para la salud de los países de la región que tienen muchas inequidades, y la vacunación está siendo una de ellas. Esto se debe tratar como un proyecto de región”, remarcó.

Un esfuerzo similar ha sido desarrollado de una manera sistemática y exitosa por países como Brasil, Argentina y México, donde ya existen productores nacionales públicos y privados de vacunas y biofármacos.


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