Nueve años después de expropiar los bienes que tenía el empresario Jean Figali en Amador desde 2002, el Estado comenzará a demoler los cinco primeros edificios del complejo.
En 2011, Figali firmó un acuerdo para dejar saldada una deuda que superaba los $29 millones con distintas entidades, siendo la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos (UABR) su principal acreedor, con una morosidad de $20 millones.
Ahora, y siguiendo los lineamientos del plan maestro de la calzada, la UABR está en proceso para contratar a la empresa que se encargará de demoler los edificios que están a un costado del nuevo anfiteatro.
Luis Felipe Icaza, secretario de la UABR, manifestó que una vez entre en operación el nuevo centro de convenciones, se contratará la demolición de la actual estructura, utilizada para eventos musicales.
En estos terrenos serán otorgados en concesión espacios para construir un hotel, áreas comerciales y una arena para espectáculos.
