La expresidenta boliviana Jeanine Áñez fue detenida en la madrugada de ayer como parte de una investigación sobre un supuesto golpe de Estado contra el exmandatario Evo Morales, en noviembre de 2019, hecho que calificó como “un atropello” basado en mentiras.
Áñez, arrestada en Trinidad, ciudad situada a 600 kilómetros de La Paz, llegó al aeropuerto de El Alto, que sirve a la capital, sin ser esposada y fue escoltada por el ministro del Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, y el comandante de la policía.
“Informo al pueblo boliviano que la señora Jeanine Áñez ya fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la Policía”, anunció Del Castillo en redes sociales.
Áñez denunció “un acto de abuso y persecución política”. El gobierno “me acusa de haber participado en un golpe de Estado que nunca ocurrió”, tuiteó.
En su primera reacción pública, en Twitter, Morales pidió que se “investigue y sancione a los autores y cómplices” de lo que denunció como un “golpe de Estado” en su contra, sin mencionar a su sucesora interina.
En La Paz, la exsenadora, de 53 años, fue llevada a un cuartel de la Policía y luego trasladada a las dependencias de la Fiscalía, donde le tomarán sus declaraciones. “Es un atropello absoluto, porque nos están acusando de ser cómplices de un supuesto golpe, es algo que no tiene ni pies de cabeza, y es un amedrentamiento absolutamente político”, tuiteó.
La Fiscalía de Bolivia emitió el viernes una orden de detención contra la expresidenta y cinco de sus ministros, denunciados por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración.
Dos de ellos, Álvaro Coímbra (Justicia) y Rodrigo Guzmán (Energía) ya fueron detenidos.
La orden de la fiscalía partió de una denuncia presentada en diciembre pasado por Lidia Patty, exlegisladora del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS, izquierda), de Morales.
En su denuncia, Patty sostuvo que el líder civil de la región de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho, Áñez, varios exministros, exmilitares, expolicías y civiles, habían promovido el derrocamiento de Morales en noviembre de 2019, tras 14 años en el poder.
Áñez reemplazó constitucionalmente a Evo Morales tras su renuncia en noviembre de 2019, en medio de protestas, después de unas elecciones calificadas de fraudulentas. Ejerció el gobierno hasta noviembre de 2020 tras la asunción del actual mandatario, Luis Arce.
En una carta, Camacho advirtió que “los bolivianos no se quedarán de brazos cruzados ante el abuso” y aseguró que no dejará el país.
Camacho ganó la elección del pasado fin de semana para gobernador de la rica región de Santa Cruz, con más del 55% de los votos.