Nadia Del Río no es la única nombrada por el Ejecutivo en más de una junta directiva. Al menos cuatro personas más figuran en dos, tres, y hasta cuatro. Uno de ellos es el exviceministro de la Presidencia, Juan Antonio Ducruet, quien está en las de Tocumen S.A., el Metro, y el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales.
Mientras, Marilyn Ramírez Ferrari está en las del Registro Público, AES Panamá S.A., Bahía Las Minas Corp. y ENA.
Everardo De León, otro funcionario de la Presidencia fue nombrado en el Registro Público y el Banco Hipotecario. La lista sigue.
Ser directivo: poder, política e influencias
Asesoran, aconsejan, evalúan, toman decisiones clave. Ser miembro de una junta directiva de una entidad del Estado o de capital mixto en Panamá concede varias prerrogativas: influencias, jerarquía, poder, y es remunerado.
No hay una norma general que diga qué perfil deben tener los directivos, o si pueden estar en más de una junta, o cuál es el monto de las dietas que se les deben pagar. Cada institución o empresa estatal define sus propias reglas, a través de decretos o resoluciones.
Además de los funcionarios que por ley deben estar en las directivas, como los ministros de Economía, Presidencia y Obras Públicas, entre otros, el Ejecutivo tiene la potestad de hacer otros nombramientos y es aquí donde se abre el paragüas. Por eso no es raro que el Presidente de la República designe a una misma persona en dos, tres, cuatro y hasta en cinco juntas directivas al mismo tiempo. Que no se tome en cuenta la trayectoria y la experiencia, y que en algunos casos prevalezca el interés político partidario, ha sido parte de la fórmula de varias administraciones de Gobierno.
El tema cobró vigencia cuando se dio a conocer que la perredista Nadia Del Río, una funcionaria del Ministerio de la Presidencia que tuvo un papel relevante en la campaña del hoy presidente Laurentino Nito Cortizo, fue ratificada esta semana en la directiva del Banco Hipotecario Nacional. Ya estaba colocada en otras dos: en la de la Agencia Panamá Pacífico y en la del Registro Público.
Se calcula que cada una de esas instituciones pagaría dietas de $500 a sus directivos, por cada reunión.
Del Río, entre salario y gastos de representación, gana $6 mil al mes en la Presidencia, igual que un viceministro.
En igual situación está el exviceministro de la Presidencia, Juan Antonio Ducruet, quien es el presidente de la sociedad Aeropuerto Internacional de Tocumen, S.A. (AITSA), entidad que paga $1,000 a sus directivo cada vez que tienen reunión.
Ducruet también está en el Metro de Panamá, S.A. ($500 por reunión) y en el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan). Se desconoce qué monto paga esta última entidad.
Favorita
Marilyn Ramírez Ferrari es una ejecutiva designada por Cortizo en un ramillete de entidades. Al igual que Del Río, está en la junta directiva del Registro Público. Pero, además, figura en las de AES Panamá S.A., Bahía Las Minas Corp. y, el pasado miércoles 8 de enero, fue ratificada por la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional como suplente en la junta directiva de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA), institución donde los directivos reciben $750 por cada reunión.
Ramírez Ferrari también representa a la Presidencia en la Comisión Interinstitucional para la Administración de los Bienes Revertidos.
Mientras, Everardo De León De La Rosa, exdiputado del PRD en el Parlamento Centroamericano (Parlacen) y actual director administrativo de la Presidencia (donde devenga $3 mil 500 de salario mensual y $2 mil 500 en gastos de representación), figura en dos: en la del Registro Público y en la del Banco Hipotecario Nacional.
Situación parecida tiene José Simpson Polo, otro exdiputado del PRD en el Parlacen y actual Secretario Ejecutivo de Metas (con salario mensual $5 mil, y $2 mil de gastos de representación): está en Etesa y en Egesa, dos entidades que pagan dieta de $750 por cada reunión.
Responsabilidades
El rol que tienen los directivos en la gestión de los fondos públicos es de alto vuelo: tienen un papel importante en la aprobación de contratos y proyectos de las instituciones. Muchas veces, los gerentes y directores no mueven el dedo sin el aval de la directiva. Por eso, conocedores de la dinámica de la administración del Estado consideran que la independencia debe tener un alto peso en la balanza.
Entre las directivas más apetecidas del Estado están la de la Caja de Ahorros (CA) y la del Banco Nacional de Panamá (BNP), instituciones que pagan $750 por reunión, y que por la magnitud de su función se reúnen frecuentemente. El vicepresidente de la CA es el abogado Luis Carlos Cabezas, quien defendió al exministro Guillermo Ferrufino en casos de supuesta corrupción, y también ha sido abogado del expresidente Ernesto Pérez Balladares. En esa directiva también está el exdiputado perredé Samir Gozaine.
Mientras, la presidenta del BNP es Lizbeth Ann Henríquez Leonard. Allí también está Dora Pérez Balladares Boyd, hija de Pérez Balladares.
