La batalla por el control de las rutas marítimas en la provincia de Panamá Oeste ha desatado una ola de crímenes entre pandillas rivales que quieren dominar puntos de acceso, ubicados entre Vacamonte, Arraiján, y el distrito de Chame.
Fuentes ligadas a las investigaciones revelaron que los cuatro homicidios registrados el pasado lunes en El Chumical, Arraiján, también están relacionados con la masacre ocurrida en la cárcel La Joyita el 17 de diciembre de 2019.
El objetivo era un hermano de Alberto Ríos, preso por un caso de drogas, y quien sufrió un ataque el día de la masacre de La Joyita. Los asesinados en El Chumical fueron Giordano Case Meneses, Gabriel Batista, y Joel Gorden Camarena. No se ha identificado a la cuarta víctima.
Autoridades ligadas a la investigación explicaron que hasta el año pasado, los grupos en pugna mantuvieron un acuerdo para respetar las operaciones que cada uno hacía para el trasiego de drogas, pero que la pérdida de un cargamento inició el duelo por el control de esta región.
En la Fiscalía de Drogas indican que a Ríos se le relaciona con algunas embarcaciones pesqueras que operan en el puerto de Vacamonte, y que presuntamente eran usadas para el tráfico de drogas.
En Chame
Las autoridades también investigan otro triple homicidio que aún no se sabe cuándo fue perpetrado, pero los cuerpos fueron encontrados el pasado 7 de mayo en El Líbano, una población ubicada en la vía a Punta Chame. Los asesinados fueron: David Franco, Álvaro Hidalgo, y Juan Carlos Torres. Se dedicaban a la extracción de mangle para hacer carbón. Tenían varios días de estar desaparecidos. Sus cuerpos fueron encontrados en avanzado estado de descomposición y más adelante las autoridades informaron que habían recibido disparos en diferentes partes del cuerpo.
Los investigadores narraron que esta es un área disputada por los narcotraficantes para el desembarco de droga, pero que hasta ahora se desconoce el móvil de estos crímenes.
‘¿Te acuerdas de mí?’
Otro triple homicidio se cometió el pasado 11 de mayo en Tres Quebradas, provincia de Los Santos. Los hermanos Jesús y Jaime Chambers Barahona fueron acribillados junto a Alanis Mendoza. Testigos del hecho, narraron a la policía que a las 10:03 p.m. aparecieron cuatro hombres encapuchados con “armas largas” y “pistolas”. Antes de disparar preguntaron: ‘¿te acuerdas de mí?’
Existen indicios de que el caso está ligado al trasiego de drogas. De acuerdo a las primeras pesquisas, el suceso tendría alguna relación con la red para el tráfico de drogas que suscitó la investigación de El Gallero.
Viruet
Otro crimen posiblemente vinculado con el narcotráfico fue cometido el pasado lunes en la urbanización Rainforest Village, en la vía Puente Centenario, en Ancón. Allí fue acribillado Elizalde Viruet con disparos de fusiles de asalto. Viruet tenía una extensa hoja de vida en el mundo del hampa, en la que sobresalía el tráfico de drogas. Había sido condenado por este delito, pero se le concedió una medida de casa por cárcel. Tenía cáncer.
Los homicidas alquilaron una casa cerca de su residencia para vigilarlo y buscar el momento de asesinarlo.
Hay más casos. En Barraza, una comunidad de El Chorrillo, en la capital, también fueron asesinadas dos personas en las últimas horas, una de ellas era reconocida por las autoridades como “tumbador de drogas”.
De hecho, desde el pasado jueves 7 de abril, hasta ayer, 18 personas han sido asesinadas en distintas partes del país, lo que, según expertos, serían los días más sangrientos de las últimas épocas. Entre enero y abril de este año se cometieron 183 homicidios. Se trata de 46 casos más que los de 2019.
Ayer el presidente Laurentino Cortizo habló de los asesinatos: “ustedes saben perfectamente a qué están vinculados estos asesinatos”, manifestó.