SEGURIDAD

Drama en la selva: migrantes abarrotan los albergues

Drama en la selva: migrantes abarrotan los albergues
La selva de Darién, entre Colombia y Panamá, es considerada una de las rutas más peligrosas del mundo. Por ahí pasan miles de migrantes, muchos de ellos traen niños. Archivo


Pese a la pandemia por la Covid-19, la llegada de migrantes a Panamá a través de la frontera con Colombia se incrementa día a día. Solo en junio pasado ingresaron al país, al menos, 11 mil 116. La mayoría son de Haití, pero también vienen del norte de África, de Cuba y de algunos países sudamericanos.

El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, detalló que la situación se ha tornado difícil en los albergues dispuestos para la atención de estas personas, precisamente porque son muchos. Varios llegan enfermos con leishmaniasis, con dolencias crónicas o con lesiones físicas o psicológicas ocasionadas por la travesía.

Leblanc contó que llegan mujeres embarazadas o con niños desnutridos a los que se les debe dar asistencia. Solo en enero pasado, de acuerdo con un informe de la Defensoría, 43 mujeres habían dado a luz en los albergues, y algunas fueron llevadas a centros hospitalarios, ya que en campamentos como el de La Peñita, en Darién, no existen las condiciones para atenderlas.

El funcionario precisó que con el inicio de la temporada de lluvias la situación en la selva es más peligrosa para estos caminantes. En esa zona han fallecido, al menos, 12 entre 2020 y 2021.

Mientras que un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dado a conocer en marzo pasado, alertó que la cantidad de niñas, niños y adolescentes que llega a Panamá a través de la selva Darién se ha multiplicado por más de 15 en los últimos cuatro años.

En 2017, el número era de 109, pero pasó a mil 693 en 2020, registrando un pico de 3 mil 956 en 2019. La entidad alertó que caminan por trochas sin agua, sin comida y sin protección.

Las alarmas también están encendidas en el Ministerio de Seguridad Pública (Minseg). Juan Pino, ministro de esa cartera, advierte que la situación puede empeorar debido a que la pandemia está dejando graves consecuencias económicas en muchos países, por lo que ya ve venir “una nueva ola de migrantes” por el Darién.

Según cifras del Minseg, más de mil personas entraron en la última semana al país por las trochas de Darién. El creciente número de migrantes que llegan por la selva ha colapsado los puestos de albergue en Lajas Blancas, La Peñita, en Darién, y Bajo Chiquito, en la comarca Emberá Wounaan.

En Bajo Chiquito está el primer albergue al que llegan los migrantes al salir de la selva, y este tiene una capacidad para solo 100 personas, mientras que los albergues de Lajas Blancas y La Peñita pueden acoger a otras mil 200.

Pino reconoció que entre enero y junio, unos 29 mil migrantes han transitado por el país. Por eso, el Minseg ordenó al Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) aumentar el pie de fuerza en la región y desplegar operativos para darles asistencia.

Salud mental

El Ministerio de Salud, en conjunto con personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), pusieron en ejecución una norma técnica para atender la salud mental de los migrantes debido a las afectaciones que sufren cuando se ven obligados a dejar sus territorios por diversas circunstancias: problemas económicos, guerras, conflictos armados o étnicos, crisis políticas, entre otros. Panamá es un país de paso, pues el destino de la mayoría es Estados Unidos.

El protocolo que pusieron en marcha el Minsa y la OIM ayuda principalmente a los más vulnerables: mujeres embarazadas y niños.

Lea aquí: Panamá se convierte en el primer en la región que le dará atención de salud mental a los migrantes y refugiados

Santiago Paz, jefe del Centro Administrativo Global y de la misión de la OIM en Panamá, contó que esta norma es la continuación de los esfuerzos que realiza Panamá para la inclusión de las personas que cohabitan en el país para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Delincuencia organizada

Sin embargo, por la agreste selva del Darién no solo pasan los migrantes; por esa zona también se mueven bandas criminales dedicadas al tráfico de drogas y a la delincuencia común. Algunos de los viajeros han sido objeto de violaciones, asaltos y robos por parte de esas bandas criminales.

Justamente, el Ministerio Público avanza en dos investigaciones relacionadas con extranjeros capturados cuando transportaban a extranjeros indocumentados.

En ambos casos, los investigados usaban embarcaciones para transportar a las personas. Por la ruta también transitan los denominados “mochileros”, algunos de ellos encargados de transportar drogas en maletines o mochilas, desde Colombia hacia poblados en Panamá, para luego llevar la mercancía hacia la frontera con Costa Rica.

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