Drogas para el virus carecen de estudios

Drogas para  el virus carecen de  estudios


La evidencia científica que demuestre la eficacia de la hidroxicloroquina y la azitromicina para la enfermedad Covid-19 es muy limitada.

El infectólogo y exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Néstor Sosa, detalló que en Francia se realizó un estudio de laboratorio muy pequeño y metodológicamente deficiente, que demuestra un beneficio marginal.

Según Sosa, para verdaderamente evaluar la eficacia y seguridad de estos y de cualquier medicamento contra el SARS-CoV-2 son necesarios estudios completos, de mejor calidad y con más pacientes.

Además, añadió que las dosis de hidroxicloroquina son más altas que las que usualmente se emplean para la malaria, y que la mayor preocupación por el uso de estos medicamentos es la alteración de la conducción eléctrica del corazón.

Fármacos para el virus tienen ‘evidencia científica limitada’

Aunque no hay medicamentos para el tratamiento de la enfermedad Covid-19 que hayan sido aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ni por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), varios países, entre ellos Panamá, apuestan por la hidroxicloroquina y la azitromicina.

En este escenario, el comisionado de la FDA, Stephen Hahn, aclaró “que por ahora, [esos medicamentos] solo se usarán en el contexto de un ensayo clínico”.

Por su lado, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades de Estados Unidos, Atthony Fauci, sostuvo “que estás no son píldoras mágicas y no pueden anunciarse como un tratamiento”.

Ambas drogas cuentan con su respectiva aprobación para determinadas patologías. Por ejemplo, la hidroxicloroquina se utiliza para prevenir y tratar la malaria, el lupus eritematoso sistémico y discoide y la artritis reumatoide en pacientes que no han mejorado con otros tratamientos.

Mientras, la azitromicina se utiliza para ciertas infecciones bacterianas, como bronquitis, neumonía, enfermedades de transmisión sexual e infecciones de los oídos, pulmones, senos nasales, piel, garganta y órganos reproductivos.

Desde febrero pasado, se conoce que China usó la hidroxicloroquina y cloroquina para algunos tipos de neumonía por el nuevo coronavirus transmitido por el virus SARS-CoV-2, y se redactaron informes sobre su uso terapéutico, pero no hay ningún estudio que reporte sus resultados.

El infectólogo y exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Néstor Sosa, indicó que la evidencia científica que existe para ambos medicamentos es muy limitada.

Añadió que en Francia se realizó un estudio de laboratorio muy pequeño, y metodológicamente deficiente, que demuestra un beneficio marginal.

Se trata del estudio publicado por el biólogo Didier Raoult, del Instituto Mediterráneo de Infecciones en Marsella, Francia, quien reportó que el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina fue eficiente en pacientes en China con la Covid-19. Y sostuvo que al analizar la combinación de hidroxicloroquina con azitromicina, también se obtuvieron resultados positivos.

Según Sosa, para verdaderamente evaluar la eficacia y seguridad de estos y de cualquier medicamento contra el SARS-CoV-2, son necesarios estudios completos, de mejor calidad y con más pacientes.

Con respecto a la dosis, Sosa, quien actualmente es jefe de la División de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, indicó que hay dos dosis para la hidroxicloroquina: 200 miligramos (mg) tres veces al día por 10 días (la que se usó en Francia), y luego 200 mg dos veces al día por cuatro días. “Estas dosis son más altas que las que usualmente empleamos en la malaria”, afirmó el científico panameño.

La mayor preocupación por el uso de estos medicamentos es la alteración de la conducción eléctrica del corazón.

En ese sentido, Sosa explicó que ambos medicamentos, por separado, prolongan la conducción en el corazón y pueden producir una arritmia que puede ser fatal. Y como no se han usado en combinación antes, hay que monitorear el electrocardiograma con frecuencia, cuando se emplean estos dos medicamentos en combinación, puntualizó.

Las autoridades sanitarias ya realizaron gestiones para comprar un millón de tabletas de hidroxicloroquina y azitromicina.

Alternativa ante la crisis

Javier Nieto, infectólogo y miembro del Comité Asesor para el Coronavirus del Minsa, opinó que estos medicamentos son una alternativa para enfrentar la enfermedad, pero coincidió con Sosa en que se trata de terapias experimentales, con estudios sin adecuada asignación de comparadores y limitada participación de pacientes.

Nieto indicó que son medicamentos utilizados para enfermedades autoinmunes e infecciosas, sin evidencia robusta para el coronavirus, pero debido a la situación crítica de muchos pacientes de Covid-19, se podría optar por utilizarlos en el tratamiento de éste.

Panamá tiene en la lista para el tratamiento de los contagios positivos el uso de hidroxicloroquina y azitromicina y, además, del LPV/r (lopinavir reforzado con ritonavir), según consta en la Resolución No. 329 de 18 de marzo de 2020, sobre el consentimiento informado para iniciar el tratamiento por la enfermedad Covid-19.

Un estudio publicado por The New England Journal of Medicine concluyó que el tratamiento basado en lopinavir/ritonavir no aportaría beneficios al tratamiento estándar sintomático y de soporte en personas infectadas por el SARS-CoV-2, virus que, como se ha dicho, causa la enfermedad Covid-19.

El estudio indica que ensayos futuros en pacientes con enfermedades graves pueden ayudar a confirmar o excluir la posibilidad de un beneficio del tratamiento.

Mientras diversos países buscan alternativas para los pacientes, el número de personas contagiadas -a las 6:30 p.m. de ayer- era de 660 mil 706 y las muertes suman 30 mil 475 en el mundo.

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