La semana epidemiológica del 7 al 13 de junio marcó el ascenso de la epidemia de la enfermedad Covid-19 en el país.
De hecho, se convirtió en la semana con más casos (4,055), más pruebas de diagnóstico realizadas (13,733) y con un número considerable de hospitalizados en salas y unidades cuidados intensivos: 509 personas en total.
Según expertos, si no se frena la velocidad con la que se propaga el virus antes del 30 de junio, el escenario que se vislumbra es sombrío. La población y las autoridades sanitarias tienen un gran reto para los próximos días.
El último número reproductivo efectivo (Rt) o valor promedio de infecciones que ocurren a partir de un caso, entre el 31 de mayo y el 6 de junio, llegó a 1.44 (lo ideal es 1 o menos de 1), y esa semana el número de contagios llegó a 2,986.
Néstor Sosa, infectólogo, exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y jefe de la División de Enfermedades Infecciosas del departamento de Medicina Interna del Hospital de la Universidad de Nuevo México, planteó en entrevista con La Prensa que el control exitoso del virus es sumamente complejo.
¿Qué opinión tiene de la situación de Panamá frente a la pandemia?
Analizando la curva epidemiológica de casos reportado por día en Panamá, es evidente que a finales de mayo se empieza a ver un aumento en la pendiente de la curva y este es más pronunciado en los últimos tres o cuatro días, cuando se alcanzaron cifras superiores a los 600 casos por día. Lo más preocupante es que este aumento en los casos no es solo el reflejo de un incremento en el número de pruebas de diagnóstico realizadas, sino que también aumentan las hospitalizaciones y el número de pacientes que ingresan a cuidados intensivos. En consecuencia, en este momento la epidemia en Panamá está en ascenso y, a menos de que los casos se deban solo a brotes limitados, es lógico afirmar que hay transmisión comunitaria importante.
¿Es la cuarentena una medida efectiva para disminuir la velocidad de transmisión del virus?
Definitivamente, si todas las personas que puedan estar transmitiendo el virus permanecen en sus casas y no están en contacto con otras personas, la epidemia cesaría en unos pocos días. Pero esto es prácticamente imposible hacerlo en la sociedad moderna.
Se sabe que las personas con la enfermedad Covid-19 transmiten el virus unos 2 días antes de iniciar síntomas y esta infectividad dura aproximadamente de 7 a 10 en promedio. Además, del 40 al 50% de las persona no presentan mayores síntomas y, a pesar de ello, pueden transmitir el virus. La transmisión que ocurre a partir de personas presintomáticas o asintomáticas es muy difícil de detectar y de evitar.
Por consiguiente, y ante la dificultad práctica para identificar a todas las personas infecciosas (que contagian), las autoridades de salud en la mayoría de los países han empleado estas medidas de distanciamiento físico y de quedarse en casa, con la idea de disminuir la interacción cercana entre todas las personas y, a su vez, disminuir la magnitud de la epidemia. Sin embargo, estas medidas producen un impacto en la economía y en el funcionamiento de las sociedades y se asocia con daños colaterales que pueden ser tan graves como el nuevo coronavirus. Ya hay estudios que advierten esa situación.
¿Qué hacer cuando el distanciamiento físico y la estrategia de estar en casa no es sostenible ?
Es importante tomar todas las medidas posibles para disminuir la magnitud de la epidemia; disminuir en lo posible los casos más graves y, además, antes de abrir la economía, tener una situación estable o de disminución del número de casos en forma sostenida y por más de 14 días. En segundo lugar, debe hacerse un gran esfuerzo para detectar y aislar a la mayoría de los infectados y sus contactos. Esto implica tener la capacidad de poder realizar un gran número de pruebas diagnósticas e igualmente importante poder realizar la búsqueda de los contactos de esas personas infectadas y poderlas aislar rápidamente. Idealmente, en menos de 2 o 3 días. En la práctica, esto requiere un ejército de buscadores de casos y contactos, los medios para realizar estas investigaciones. En algunos países, esta actividad se complementa con el uso de aplicativos en los teléfonos inteligentes para facilitar la búsqueda de los contactos usando tecnologías como el bluetooth o GPS.
Una vez que las actividades económicas se reanudan, todos, absolutamente todos los establecimientos, tienen que analizar el riesgo de transmisión derivado de su actividad económica y deben tomar medidas para disminuir el contagio.
Además, en Panamá el control de la transmisión con el transporte público es un reto. El uso obligatorio de mascarilla y el aseo y desinfección frecuente de los vagones del metro y buses es importante. Y limitar el volumen de personas que usan los vehículos y trenes por unidad de tiempo debe considerarse si es factible.
¿Qué lectura tiene de que en el país hay un alto porcentaje de positividad en las pruebas de diagnóstico cuando lo ideal es 10 % o menos ?
El porcentaje tan alto de positivos indica que definitivamente hay mayor transmisión de la infección en la comunidad y mayor incidencia. Aunque es importante recordar que este porcentaje también refleja a quiénes se les está realizando la prueba. Si la prueba se hace a un segmento muy amplio de la población, especialmente a personas sin síntomas, el porcentaje de positividad sale menor.
El control exitoso de la transmisión de la Covid-19, como ha sido evidente en Panamá y muchos otros países, es sumamente complejo. Hasta que no se tenga una vacuna eficaz o se logre una inmunidad colectiva, muy probablemente estará circulación del virus en las comunidades y va a existir el riesgo de un aumento en el número de casos que haga colapsar el sistema de salud y se asocie con alta mortalidad. Incluso, si se logra un control aceptable, siempre es posible la reintroducción del virus de una región con alta transmisión a un área controlada.
Es evidente que como sociedad ya no podemos fácilmente aspirar a un control o eliminación del virus a corto plazo y es importante buscar un equilibrio entre las medidas de control y el funcionamiento de la economía. Lógicamente, preservar la salud y la vida de la mayor cantidad de personas en medio de una pandemia como esta, y evitar el colapso de los hospitales y otras instalaciones de salud, debe ser la prioridad más alta.
¿Cuándo se llega al llamado pico de la epidemia?
La transmisibilidad del SARS-CoV-2 no permite fácilmente establecer cuándo se logra un pico y cuándo se abate la curva. De la experiencia de muchos países, incluyendo Panamá, una implementación imperfecta de las medidas de control o un relajamiento de estas medidas se asocia a rebrotes de la epidemia. Solo países o ciudades con medidas extraordinarias (por ejemplo, China, Corea del Sur, Italia, Nueva York), y después de varias semanas, han logrado un control parcial y frágil de la transmisión. Recordemos que muchas de las epidemias en todos los países se iniciaron con un puñado de casos introducidos de otros lugares. Un número tan pequeño como cinco personas infectadas en una sociedad sin medidas de control y prevención puede producir una epidemia de cientos o miles de casos en unas semanas.
A la población hay que informarle que las medidas de control no son un interruptor que se apaga o enciende, sino más bien un dial que se sube y se baja según la actividad de la epidemia.
¿Cómo describe el avance de la transmisión del virus en Panamá?
Estoy en cierta medida sorprendido por el comportamiento de virus en Panamá. A pesar de las medidas de control que fueron implementadas tempranamente, y a pesar de tener un buena capacidad diagnóstica y un equipo técnico muy capaz trabajando en la lucha contra esta pandemia, no se ha logrado el control esperado. No estoy en Panamá, así que no puedo entender ni menos explicar el por qué de este comportamiento epidemiológico con la rigurosidad que quisiera. Sin embargo, es lógico suponer que hay algunas deficiencias en el cumplimiento y efectividad de todas las medidas implementadas. Uno de los aspectos que hay que verificar es si se ha realizado una investigación exhaustiva y oportuna de los casos diagnosticados y sus contactos. Es posible que la priorización de pruebas solo a las personas sintomáticas tenga que ampliarse.
Es posible que el Ministerio de Salud y el Instituto Gorgas requieran mayor cantidad de personal y recursos para estas investigaciones. Otro aspecto que puede influir, como mencioné previamente, es la cooperación y cumplimiento por parte de la población de las medidas implementadas.