El deseo de los científicos del Gorgas es tener más espacio

El deseo de los científicos del Gorgas es tener más espacio
Entre diciembre y enero, en el Gorgas llegaron a tener entre 4 mil y 5 mil muestras por día para análisis. Esa es la cantidad de muestras de laboratorio que se realizan en todo un año. Cortesía


En medio de la pandemia de la Covid-19, los científicos del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) tienen un deseo: contar con más espacio para continuar impulsando la investigación científica en materia de salud en Panamá y en la región.

El Icges, que mañana cumple 93 años de inaugurado, funciona en unas instalaciones que se han quedado pequeñas para los más de 500 colaboradores, por lo que han tenido que optar por un edificio en el Hospital Santo Tomas, por modulares y adecuaciones de espacios.

El director del Icges, Juan Miguel Pascale, señaló que ante la falta de espacio cuentan desde marzo pasado con el modular Covid-19, donado por una empresa privada, y tienen planeado remodelar un edificio en la Ciudad del Saber para ubicar dos grupos de investigación.

Pascale dijo que esperan que antes de que finalice este año comience la construcción del nuevo campus del Gorgas, concretamente el movimiento de tierra y la instalación del sistema de alcantarillado y aguas pluviales. La nueva sede, ubicada en un terreno cercano a la Ciudad de la Salud, en Ancón, tardará al menos cuatro años.

No tenemos espacio, no cabemos, acotó Pascale.

Dentro del presupuesto de este año y de 2022, el instituto tiene los fondos para poner en marcha la obra, que está en proceso de licitación desde febrero pasado, como consta en el portal de Panamá Compra.

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Presupuesto.

En el proyecto de ley del presupuesto general del Estado, para 2022 el Gorgas tendría $39.9 millones, de los cuales $16.2 millones serían para funcionamiento y $23.7 millones para inversión. El monto es de $1.8 millones menos que este año, cuando ascendió a $41.7 millones.

En ese sentido, el director de la institución detalló que el presupuesto es menor porque para este año aún no han ejecutado los $19 millones solicitados para el Nuevo Campus Gorgas, pero como es un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica no se pierde; y en 2022 solicitamos $11 millones más para este proyecto.

El presupuesto del Gorgas sería $95.6 millones menos que el de la Asamblea Nacional, que tendría a $135.5 millones. Es decir, que triplicaría los fondos de la entidad científica

Retos en pandemia

Pese a las dificultades de espacio, el desempeño de los investigadores del Gorgas ha sido fundamental durante la crisis sanitaria para la optimización de las pruebas de diagnóstico, la evaluación y descentralización del diagnóstico de casos, secuenciación genómica para identificar la circulación de variantes del virus SARS-CoV-2, además del desarrollo de estudios de seroprevalencia y la detección del virus en la placenta de embarazadas.

Pascale sostuvo que durante la pandemia enfrentaron el reto de obtener reactivos y equipos para la realización de pruebas de diagnóstico, ya que había una gran demanda a nivel internacional.

“Por suerte, se contó con buenos contactos en el extranjero, apoyo de embajadores y la empresa privada”, manifestó.

También enfrentaron la falta de laboratorios de biología molecular en el país para realizar pruebas PCR y tuvieron que buscar fondos para crear una red de laboratorios y capacitar su personal.

Se necesita crecer

Los científicos del Gorgas plantean la necesidad de nuevas instalaciones para desarrollar todo el potencial que tiene la entidad ahora y en un futuro.

El deseo de los científicos del Gorgas es tener más espacio
Científicos del Gorgas.

Amanda Gabster, científica del Departamento de Investigación en Genómica y Proteómica, resaltó que aunque cuentan con una estructura histórica, esta es insuficiente para crecer en personal y equipo de investigación.

Añadió que con los años han logrado tener un laboratorio en Metetí (provincia de Darién), Divisa (provincia de Veraguas) y en el Hospital Dr. José Domingo De Obaldia (provincia de Chiriquí). En esta última provincia se instalará un laboratorio modular donado por fundaciones y equipado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón.

“Estos nuevos laboratorios permiten la presencia del Instituto Gorgas en varios puntos de Panamá y abren la opción para implementar centros regionales de capacitación”, sostuvo.

Gabster, quien tiene nueve años laborando en el Icges, subrayó que otra necesidad que quedó en evidencia durante la pandemia es que los procesos de compras sean flexibles y ágiles, pero manteniendo siempre la transparencia. “Hemos tenido la suerte de contar con donantes privados que han apoyado la respuesta de Covid-19 en el país”, expresó.

La jefa del departamento de Investigación en Virología y Biotecnología, Sandra López Vergés, proyecta el Gorgas con un rol similar al CDC [Centros para el Control y Prevención de Enfermedades], apoyando al Ministerio de Salud en la vigilancia, los estudios, la respuesta, el control y la prevención de enfermedades infecciosas, todo basado en datos científicos, así como continuar trabajando en la epidemiología y estudios de las enfermedades no transmisibles de importancia en el país.

A su juicio, se debe reforzar el área de investigación en salud e investigación biomédica para tener un rol similar a los laboratorios de investigación del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), ya que esto también es importante para tener un impacto en salud pública a mediano y largo plazo, identificando posibles blancos terapéuticos o biomarcadores.

La científica reconoció que para esto se necesita más apoyo presupuestario y que el Nuevo Campus Gorgas se haga realidad pronto no solo a nivel de infraestructura, sino que se puedan adquirir los equipos científicos de alto nivel para poder estar en la vanguardia científica.

Además, dijo que como todas las instituciones de investigación en el país se necesita un manejo administrativo con tiempos más cortos y con procesos ágiles que permitan responder en tiempo real a las necesidades de diagnóstico, vigilancia e investigación creadas durante una pandemia u otras crisis sanitarias.

Para López Vergés, los retos que enfrenta el Gorgas son similares a los que enfrentan otras instituciones de investigación en Panamá y la región, así como la fuga de cerebros en América Latina está teniendo un gran impacto en su desarrollo a largo plazo, en su resiliencia y su capacidad de adaptación a nuevos retos.

“Esperamos que Panamá dé el ejemplo y apueste por la educación, la salud y la ciencia, reforzando el Gorgas y todas las instituciones y universidades públicas de investigación”, enfatizó.

El investigador del departamento de Virología y Biotecnología Jean Paul Carrera, quien tiene más de 10 años de formar parte de la entidad, acotó que luego de la pandemia esperan contar con buena infraestructura que permita al equipo desarrollar todo el potencial de la institución. “Esto nos permitirá consolidarnos como una institución de excelencia nacional, pero también como un referente regional”, dijo.

En tanto, Nicanor Obaldia III, investigador en salud senior del Departamento de Investigaciones en Parasitología, quien comenzó a laborar en el Gorgas en 1988, cuando era el Gorgas Memorial Laboratory (GML), entidad regentada por el Gorgas Memorial Institute (GMI) en Virginia, Estados Unidos, recordó que en ese entonces el presupuesto global del GML alcanzaba $4 millones para su funcionamiento e investigaciones.

Recordó que a partir del traspaso del laboratorio al Ministerio de Salud y su consolidación como institución por medio de ley, el Gorgas ha logrado crecer y posicionarse como líder en investigación a nivel nacional, regional e internacional en diversos campos de investigación en salud pública, aunque con un presupuesto limitado.

Un contexto, dijo, en el que la labor del investigador incluye procurarse fondos a través de concursos nacionales e internacionales para llevar adelante sus investigaciones.

Los científicos del Gorgas han enfrentado todas las situaciones epidémicas que se han originado en el país en los últimos 30 años, entre ellas, el rebrote de la epidemia de dengue en Panamá en 1993, luego de 52 años de haberse registrado por últimas vez un brote del virus DEN-2, entre 1941 y 1942.

Luego, el inicio de la epidemia de hantavirus en 1999, el brote de encefalitis equina en la provincia de Darién en 2002, la epidemia de H1N1 en 2009, el chikungunya en 2014, el zika en 2015 y, ahora, la Covid-19.


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