Joe Biden prometió un “gobierno que represente a Estados Unidos” (EU) y se embarcó en la composición de un equipo mixto y femenino sin esperar a que Donald Trump admita su derrota o colabore en el proceso de transición.
El exvicepresidente, que llegará a la Casa Blanca el 20 de enero, ya designó al demócrata Ron Klain como su jefe de gabinete y a varios de sus futuros asesores.
Pero la composición de su gobierno será más complicada. Sus ministros deberán ser confirmados por el Senado, en el que los republicanos conservarán la mayoría, a menos que los demócratas logren ganar dos elecciones parciales en enero.
Mientras tanto, aquí algunos nombres que circulan para el gabinete:
Susan Rice, exembajadora ante la ONU y exasesora de seguridad nacional en la presidencia de Barack Obama, podría ocupar el cargo de secretaria de Estado.
De mucho carisma, esta afroestadounidense de 56 años tiene muy buenas relaciones con Joe Biden. Pero nunca ocupó un cargo electo y se vio salpicada por la controversia sobre el ataque de 2012 a la misión diplomática de EU en Bengasi, Libia, lo que podría complicar su confirmación.
El senador Chris Coons, amigo cercano del presidente electo, de 57 años, tiene mayor consenso. Miembro del influyente Comité de Relaciones Exteriores, coopera regularmente con sus colegas republicanos.
También suena para este cargo el nombre del senador Chris Murphy, más cercano al ala izquierda del Partido Demócrata, y el del diplomático William Burns, número dos en el Departamento de Estado bajo Obama.
En tanto, Lael Brainard, de 58 años, funcionaria de la Reserva Federal, parece la más indicada para convertirse en secretaria del Tesoro. Única demócrata entre los gobernadores de esta institución, se distinguió por oponerse a la desregulación del sector bancario e insistir en la lucha contra el cambio climático.
Fiel a su imagen de “unificador”, Biden quisiera nombrar a uno o dos republicanos en su equipo, lo que da chance para este cargo a Meg Whitman, líder empresarial que fue candidata republicana a gobernadora de California en 2010.
A su vez, Mellody Hobson, copresidenta de un fondo de inversión y una de las mujeres negras más influyentes de Wall Street, podría beneficiarse de la aspiración de los legisladores afroestadounidenses de ver a una persona de color a cargo de las finanzas de EU.
También están en carrera la expresidenta de la Reserva Federal Janet Yellen y el afroestadounidense Roger Ferguson, quien por un largo tiempo estuvo a la cabeza de un fondo de pensiones.
Por otro lado, Michele Flournoy, ministra delegada de Defensa en la administración de Obama, aparece con ventaja sobre sus competidores. Poseedora de una vasta experiencia en el Pentágono, esta mujer de 59 años es respetada más allá de las filas de los demócratas y podría ser fácilmente confirmada en el Senado.
De ser así, se convertiría en la primera mujer en encabezar un departamento cuya jefatura siempre ha sido ejercida por hombres blancos (al igual que el Tesoro).
El nombre de la senadora Tammy Duckworth, exmilitar de origen asiático que perdió las piernas en Irak, y el de su colega Jack Reed, miembro del comité de las Fuerzas Armadas, también circulan para el cargo.
En tanto, Doug Jones, de 66 años, no pudo mantener su puesto como senador de Alabama, pero parece estar bien situado para ser el Attorney General. Jones era fiscal federal en 2002, cuando dirigió el proceso a exmiembros del Ku Klux Klan responsables del mortal ataque a una iglesia negra en Birmingham en 1963.
La exfuncionaria del Departamento de Justicia Sally Yates, de 60 años, también compite por este puesto, en el que permaneció al comienzo de la presidencia de Donald Trump, pero del que fue despedida tras oponerse a un controvertido decreto sobre migración.
