La solidaridad ha tocado las puertas del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) –laboratorio central de referencia en salud pública–, que desde hace casi mes y medio hace frente a la pandemia de Covid-19 liderando el equipo que realiza las pruebas de diagnóstico de la enfermedad.
Los donativos comenzaron a llegar al Icges desde el pasado 16 de marzo, es decir, 7 días después de que se anunció, el 9 de marzo, el primer caso en el país. Entre lo recibido hay pruebas de PCR -reacción en cadena de la polimerasa, que detecta las secuencias genéticas (ARN) del virus-, reactivos, insumos de laboratorio, hisopados, medios de transporte de las muestras, kits de extracción del ARN y equipos de protección personal.
La ayuda ha llegado de la mano de la Fundación Sus Buenos Vecinos, empresas Galindo y las familias González Revilla, Lewis Morgan y Delvalle Paredes, entre otros. Tambien han recibido test del Ministerio de Salud, de la Caja de Seguro Social y del Ministerio de la Presidencia.
El Icges informó que han recibido 35 mil pruebas de PCR y que en los próximos días les deben ser entregadas 8 mil de GeneXpert (para la detección de ácido núcleico). De estas últimas, por el momento, les fueron adelantadas 50.
Asimismo, recibieron pruebas serológicas –para la detección de anticuerpos (IgM/IgG)– donadas por la embajada de China, que serán utilizadas por el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología -AIP (Indicasat) para un estudio.
Los datos proporcionados por el Gorgas indican que los aportes en todos los insumos de laboratorio hechos por el grupo de donantes tienen un valor de $1.8 millones.
Juan Miguel Pascale, director del Icges, aseguró que de no haber recibido donaciones, el trabajo hubiese sido “muy difícil y demorado”.
“Los donativos han sido de gran ayuda y una muestra de solidaridad y generosidad increíble”, expresó.
También destacó que las donaciones han sido importantes para el diagnóstico de Covid-19, para el aislamiento viral y para secuenciar los genomas del virus, ya que no solo les proporcionaron pruebas sino todos los otros insumos y equipos necesarios para tomar las muestras, extraerlas y amplificarlas para su respectivo análisis de laboratorio.
El Gorgas ha brindado capacitación y apoyo a 11 laboratorios del país que, junto a él, forman la red de diagnóstico que ha permitido masificar las pruebas.
Necesidad apremiante
En medio de esta crisis quedó en evidencia que el Gorgas requiere de más recursos.
Pascale reconoció que siempre necesitan apoyo para brindar un servicio con calidad y eficiencia, y recordó que una de sus necesidades apremiantes es tener más espacio para brindar a los científicos unas condiciones óptimas de trabajo.
Con sus palabras alude al Nuevo Campus Gorgas, un proyecto que las autoridades del instituto comenzaron a gestionar en 2012, con el propósito de obtener un terreno (de 6.5 hectáreas) para la construcción de la nueva sede en Chivo Chivo, cerca de la Ciudad de la Salud, en el corregimiento de Ancón.
El proyecto contempla seis edificios que se irán construyendo paulatinamente y que incluyen áreas para laboratorios de investigación y para análisis y pruebas, un edificio de docencia, una clínica, dormitorios, cafetería y oficinas administrativas.
Las actuales instalaciones del Gorgas datan de 1928, lo que ha obligado a las autoridades del laboratorio de referencia a distribuir a su personal de casi 500 colaboradores –entre científicos y administrativos– en tres edificios del Hospital Santo Tomás.
En su momento, Néstor Sosa, exdirector del Icges, informó que el costo total del proyecto era de aproximadamente $280 millones, y que disponían de $70 millones para la primera fase, producto de un préstamo otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Está previsto que la primera fase comience durante el segundo semestre de este año. La segunda fase aún no ha sido licitada.
Jorge Motta, exdirector del Icges y exsecretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, manifestó que los problemas de infraestructura del Gorgas son bien conocidos, pero todo depende del presupuesto.
Añadió que la pandemia es una de esas coyunturas únicas en la historia de un país, un momento en el que se debe escuchar, como se escuchó el llamado del científico Vannevar Bush después de la II Guerra Mundial, a apoyar la ciencia, a la cual llamó la frontera sin límites. Motta subrayó que ese llamado hizo que los mandatarios en Norteamérica entendieran el valor de la ciencia, no solo para el desarrollo bélico sino también para el desarrollo de productos para el bienestar humano.
Argentina Ying, vicepresidenta de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (Apanac), apuntó que en los últimos 25 años el Gorgas ha mantenido la investigación en salud al más alto nivel, a pesar de no contar con presupuestos cónsonos con sus funciones.
Dijo que el Covid-19 ha visibilizado la importancia de la ciencia para el desarrollo del país, y tiene la esperanza de que la visión de los políticos sea diferente después de la pandemia, con el resultado de que se dote al Icges y otras instituciones que generan conocimiento de presupuestos adecuados.
Presupuesto e inversión
El presupuesto más alto que el Gorgas ha recibido le fue asignado en 2019: $28.6 millones. Para este año le fueron aprobados $19 millones.
El 1 de enero de 2005, por primera vez, el Icges tuvo un presupuesto como institución descentralizada, como lo establece la Ley 78 de diciembre de 2003 que reestructura y organiza la entidad. En ese año el presupuesto fue de $3.5 millones.
A pesar de que en los últimos años Panamá registró un crecimiento anual cercano al 7% de su producto interno bruto (PIB), el presupuesto que se destina a los proyectos de investigación y desarrollo (I+D) es reducido. Datos de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) indican que el gasto del país para la investigación científica y desarrollo de tecnologías representa menos del 0.2% del PIB. En países como Costa Rica y Colombia la inversión es de 0.47% y 0.3% del PIB, respectivamente.
