¿Renunció o la despidieron? La Presidencia de la República sigue sin explicar si Rosario Turner puso su cargo a disposición o fue destituida del Ministerio de Salud (Minsa), la cartera que lidera la estrategia sanitaria para enfrentar al coronavirus.
Un par de horas antes de que Laurentino Nito Cortizo anunciara al país sobre los cambios en su gabinete, Turner sustentó un traslado de partidas por $20.4 millones para el Minsa, ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea. Su exposición ante los diputados fue precisa, detallada, y en ningún momento mostró señales de que dejaría el puesto.
“La pandemia es una maratón que sólo puede ser enfrentada con los relevos que garanticen el refrescamiento de los equipos que atienden día a día la situación. Es por ello que al frente de la institución asumirá la responsabilidad Luis Francisco Sucre”, dijo el mandatario en cadena nacional desde palacio, y rodeado por un puñado de funcionarios, básicamente los nuevos integrantes de su equipo.
Un día después de que se concretaran los movimientos que también alcanzaron a los ministerios de Desarrollo Social, y de Vivienda y Ordenamiento Territorial, dentro y fuera de la Presidencia se dice que Turner no renunció, sino que la despidieron. Incluso, le avisaron que no seguiría en el cargo minutos antes de que Cortizo lo informara al país.
Factores técnicos y políticos habrían empujado a Cortizo a tomar la decisión.
En los últimos días, el mandatario ha enfrentado cuestionamientos por los resultados del manejo de la crisis sanitaria: más de 540 muertes, los casos se incrementan, los hospitales están a punto de colapsar, hay más de 250 mil contratos laborales suspendidos y no hay fecha de apertura para el tercer bloque de reactivación económica. Se suma el malestar ciudadano por el estricto confinamiento.
Turner también había sido cuestionada a raíz de que, en calidad de directiva del Partido Revolucionario Democrático (PRD), firmó una resolución para convocar a una reunión de diputados de su partido en la Parrillida Jimmy’s.
Sin embargo, Pedro Miguel González, secretario general del PRD, y quien de paso se atribuye la organización de ese evento, aseguró que este hecho no tuvo nada que ver con la salida de su copartidaria del Minsa. Tampoco la multa de $50 mil impuesta al partido -y otra igual al restaurante- por ese encuentro. Apunta a las diferencias a lo interno del Gabinete.
“Desde hace meses se sabía que existía algún nivel de discrepancia en las altos niveles de las esferas del Gobierno con respecto a la figura de la doctora Turner, pero debo decir que nos ha tomado por sorpresa la decisión del señor presidente”, manifestó González, quien forma parte de la facción política del PRD a la que pertenece Turner.
Esas discrepancias que menciona González estarían ligadas a las diferencias de criterios entre Turner y el vicepresidente José Gabriel Carrizo, actual ministro de la Presidencia, y quien en principio gestionó las compras ligadas a la Covid-19. Tampoco era de los enteros afectos de Rafael Sabonge, ministro de Obras Públicas, quien lideró la construcción de la obra emblema para enfrentar la pandemia: el hospital modular para atender a los pacientes de coronavirus, y que ha estado bajo cuestionamientos por la poca transparencia. En el Ejecutivo se afirma que a lo largo de la pandemia, Carrizo y Sabonge han tenido mejor comunicación con Luis Francisco Sucre, el viceministro convertido ahora en ministro.
Ayer a mediodía, González afirmaba no haber hablado con Turner, pero que tenía entendido que el anuncio de Cortizo la había tomado por sorpresa y que, incluso, estuvo en su despacho hasta altas horas de la noche del miércoles recogiendo sus cosas. Dijo que le gustaría hablar con Cortizo para entender por qué la reemplazó.
Este medio buscó ayer a Turner, pero no respondió a las llamadas.