El poder de una familia, millones y favores a la carta

El poder de una familia, millones y favores  a la carta


La historia de corrupción en Panamá encuentra en la familia Martinelli un hito insuperable, según se desprende de investigaciones efectuadas por fiscalías de Panamá, Suiza, Andorra y Estados Unidos en torno al caso Odebrecht.

La voracidad con la que el expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) y sus hijos habrían exigido pagos al contratista del Estado, una y otra vez, la magnitud de las transferencias recibidas y la intrincada red de testaferros, sociedades y contratos ficticios no tienen precedentes

¿Por dónde empezar?

Martinelli no había siquiera tomado posesión como presidente de la República, cuando ya había iniciado la lluvia de millones. A esa conclusión han llegado las autoridades luego de recibir las confesiones de ejecutivos de Odebrecht y de seguir la ruta del dinero sucio, gracias a la alianza de fiscales y entidades regulatorias en varios países.

Andrés Rabello, el superintendente de la constructora en Panamá, contó sobre su acercamiento con el candidato, y después presidente de la República, en 2009, que incluyó reuniones en oficinas en las que opera su cadena de supermercados.

Relató cómo el presidente electo le contó sobre su ambicioso programa de gobierno –la mayor inversión en infraestructura de la historia–, concluyendo: “Usted quédese tranquilo. Yo sé que ustedes hicieron varios proyectos, espero que puedan tener oportunidades”.

Este acercamiento llegó con un precio, afinado en posteriores reuniones, a cargo de Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, y que según Rabello se fijó en $35 millones.

Este monto fue el que Luiz Mameri, jefe de Odebrecht para Latinoamérica, aceptó haber autorizado luego de que Rabello le convenció de la utilidad del pacto. El acuerdo tuvo como objetivo que Odebrecht recibiría “un trato preferencial” en su administración, así como “obtener ventajas” en las contrataciones públicas que se llevaran a cabo.

También se acordó “resolver los problemas” que los contratos enfrentaran, incluyendo recibir prontamente el pago por las obras.

Había una deuda que la administración saliente, la de Martín Torrijos (2004-2009), dejó pendiente de pago. Eran más de $50 millones, y acordaron que esta sería pagada apenas subieran al gobierno. Y así fue. “Los problemas fueron resueltos una vez Martinelli ocupó el cargo”, dijo el ejecutivo. Así, “a partir del acceso con el presidente Martinelli y sus hijos, se resolvieron los problemas”. Eran coimas, “ya que tenían pleno conocimiento de que el origen del dinero recibido era ilícito”, dice el acuerdo de colaboración eficaz firmado por la empresa Norberto Odebrecht”.

Comparación

Para tener un punto de comparación, tanto las investigaciones periodísticas como las copias de las transferencias bancarias y documentación rescatada, dan cuenta de que durante la administración Torrijos la empresa habría efectuado pagos ilegales a funcionarios de ese gobierno que rondan los $6 millones.

En otras palabras, los Martinelli habrían recibido, solo en este primer acuerdo, unas cinco veces más que el total de sobornos que se habrían pagado durante el gobierno precedente.

Vale recordar que para ese entonces la campaña de Martinelli también había recibido $4 millones en donaciones electorales, según declaró Rabello.

Y este acuerdo fue tan solo el aperitivo.

Nuevas obras

Según lo narrado por los ejecutivos, “el pago de la coima era acordado según los porcentajes fijos de los montos de los proyectos, las adendas o pagos pendientes, siendo siempre negociadas y bajo el argumento que [a ellos] les correspondía una compensación”.

Conforme se fueron adjudicando nuevas obras de infraestructura, los millones fluyeron desde la Caja 2 de Odebrecht, encargada del pago de las coimas.

De acuerdo con la fiscalía, había dos redes para pagar y luego blanquear fondos: una establecida por Odebrecht y otra por la familia Martinelli, la cual tenía su propia estructura de sociedades, testaferros y contratos ficticios que permitían justificar el flujo de fondos a través del sistema bancario internacional.

Pachira

La sociedad Pachira Limited fue constituida en Belice en 2012. Los registros de los abogados señalan que la ordenó constituir Roberto Brin, quien fungía como su apoderado y representante legal. Pachira abrió una cuenta en Banca Privada de Andorra.

Según Rodrigo Tacla Durán, otro colaborador de Odebrecht, Brin se presentó ante la entidad financiera como un industrial del plástico en Panamá e indicó que el origen del dinero provendría de un contrato de consultoría y asociación estratégica con la sociedad Aeon Group.

Explicó que la cuenta sería para operaciones de ahorro e inversión en activos. El seguimiento hecho a los fondos que se recibieron en la cuenta de Pachira en Andorra determinó que se nutrió de transferencias originadas en la Caja 2 de Odebrecht, canalizadas a través de Aeon Group, una sociedad utilizada por ellos para el pago de sobornos.

En noviembre de 2012, Pachira recibió $4 millones. Un mes después, otros $4.5 millones. En enero de 2013, recibió $2.5 millones; y en marzo, otros 2 depósitos, uno por $2.8 y otro por $2.4 millones.

En total, Pachira recibió $16.2 millones en sobornos. Las diligencias judiciales habrían dado con el verdadero dueño de Pachira: Ricardo Martinelli Linares. Roberto Brin era un mero testaferro.

Mengil

La sociedad Pachira tiene una hermana gemela. Se llama Mengil International Limited y fue incorporada en las Islas Seychelles.

En este caso, el testaferro resultó ser Gabriel Alvarado Far, quien, al completar la documentación de apertura de la cuenta en el mismo banco, declaró que la sociedad se dedicaba a la distribución de gas, combustible, biocombustible y diésel.

Según la Policía de Andorra, entre julio y octubre de 2013, Mengil recibió de Odebrecht –también por intermedio de Aeon Group– tres transferencias millonarias. En total, detectaron $12 millones 860 mil provenientes de Odebrecht.

Tanto Tacla Durán como documentos descubiertos durante las pesquisas relacionan los pagos hechos a los Martinelli en ambas sociedades al proyecto de la Línea 1 del Metro de Panamá, que Odebrecht ejecutaba junto con la constructora española FCC, así como con el proyecto de la Cinta Costera.

Luiz Eduardo Da Rocha Soares, otro operador financiero de la Caja 2 de Odebrecht, confirmó que “entre las tantas sociedades” que recibían los sobornos estaban Mengil y Pachira y que las personas que las representaban, Gabriel Alvarado y Roberto Brin, lo hacían porque “estaban relacionadas con los hijos del expresidente Martinelli”.

Los ejecutivos señalaron que, al final, “las transferencias de Odebrecht fueron varias, [alcanzando] un importe de $45 millones”. Tanto así, que contaron que llegó un momento en que “el banco andorrano ya no quería que continuara con esa operativa y querían cerrar las cuentas”.

Kadair

Dentro de los acuerdos firmados con Odebrecht y sus exejecutivos, referentes a las órdenes de pago ilícito procedente de la Caja 2 y supuestamente hechas a Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares, aparece la sociedad Kadair Investment, registrada en Islas Vírgenes Británicas. Esta abrió una cuenta en Banque Pictet de Suiza.

Las autoridades suizas pudieron determinar que los beneficiarios finales de la cuenta eran Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares. Entre diciembre de 2009 y 2010, la Policía suiza determinó que esa cuenta recibió depósitos provenientes de diversas sociedades controladas por Odebrecht por un total de $9.9 millones.

Fordel

Un informe preparado por la Confederación Suiza encontró una cuenta abierta en el Banque Lombard Odier, a nombre de Fordel International, Ltd., una sociedad incorporada en Bahamas. Los suizos, una vez más, determinaron que “los reales Beneficiarios” eran Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares.

En esa cuenta recibieron “transferencias procedentes de las sociedades Hadar Assets y Baxley Assets, las cuales pertenecían al grupo de sociedades que conformaban la Caja 2 de la contabilidad opaca de la Constructora Norberto Odebrecht, desde donde se hacían transferencias a los beneficiarios del soborno internacional.”

Para justificar el movimiento millonario que pasaba por las cuentas en Suiza, se aportó una certificación falsa a nombre de la sociedad Promotora y Desarrollo los Andes, S.A., sobre una supuesta cesión de pagos entre esta sociedad y Fordel, y con ello justificaban los pagos que venían de las sociedades controladas por Odebrecht.

Con la documentación falsa se justificó la entrada, en julio de 2011, de una transferencia por 3.3 millones de euros, y otra, en 2012, de 3.4 millones de euros. Las autoridades identificaron, en total, $8.1 millones de fondos ilícitos recibidos por Fordel.

Otro hecho acreditado, gracias a la documentación bancaria, es que los hermanos Martinelli giraron instrucciones para transferir activos de Fordel hacia la cuenta de Livorno lnternational, Ltd. en el Banque Julius Baer & Cie., el 15 de mayo de 2013. Luego, de la cuenta de Livorno se realizaron las transferencias hacia Diamong Investments y Amberes Capital, S.A., ambas sociedades ligadas a ellos.

“Como se observa en el circuito utilizado por los Martinelli Linares en los bancos de la Confederación Suiza, se colocaron aproximadamente $32 millones, entre dólares y euros, en cuatro cuentas que, a su vez, transfieren activos a dos cuentas más, Ascona Management y Livorno lnternational; y finalmente pasaban a la cuenta de Waterspoon lnternational y de los fondos recibidos en la cuenta de Malvor Consultants, estos son convertidos en divisas, para terminar las transferencias realizadas en beneficio de las sociedades Caribbean Holdings Services (Aaron Mizrachi, cuñado del expresidente), y Kilmore Holding, de la familia Martinelli”.

“Estas actividades –concluyen los fiscales– se identifican con las etapas propias del blanqueo de capitales, en el cual se colocaron los fondos en cuatro cuentas bancarias desde las cuales se realizaron transferencias a cuentas donde eran beneficiarios los propios hermanos Martinelli Linares y los fondos transferidos a un segundo grupo de cuentas desde la cual se integraron a través de operaciones financieras e incluso en el mercado bursátil”.

Aragón y Ascona

Las sociedades, Aragon y Ascona, con cuentas en Suiza, habrían resultado ser también fachadas detrás de las cuales supuestamente estaban los hermanos Martinelli. Ambas fueron incorporadas en Islas Vírgenes Británicas en 2010. Aragón abrió una cuenta en el banco suizo Wegeling & Co.

“Se pudo acreditar –dicen los fiscales– que los fondos que fueron transferidos desde las sociedades controladas de Odebrecht, en un periodo comprendido desde el 23 de diciembre de 2010 hasta el 27 de agosto de 2012, suman $4,195,223.85”.

Ascona, a su turno, abrió cuentas en otro banco suizo, el Notestein Private Bank, Ltd. para manejar transacciones en tres monedas distintas, dólares, euros y francos suizos. Las autoridades registran innumerables entradas y salidas en las cuentas de Ascona, por sumas millonarias, en cada tipo de moneda, provenientes tanto de las cuentas de Odebrecht como movimientos dentro de la propia red de los Martinelli.

Malvor

Malvor Consultants Inc., es otra sociedad constituida por los hermanos Martinelli y en la que la Confederación Suiza encontró depósitos millonarios en el banco BSI de Ginebra. La cuenta, abierta en 2009, “recibió fondos provenientes” de la red de corrupción y lavado de dinero montada por Odebrecht.

A Malvor llegaron transferencias de origen ilícito por un total de $8.3 millones.

El resto

El entramado de sociedades y cuentas bancarias alrededor del mundo no termina con las antes mencionadas. Hay compra de propiedades, cuentas bursátiles, helicópteros, barcos y una variedad de activos que habrían servido para invertir y, a la vez, blanquear los fondos que se iban acumulando.

Para que la familia pudiera invertir los fondos recibidos, según indican las investigaciones, se usaron Klienfield Securities, Kilmore Holdings, Gofrey Trading, Waterspoon, o bien, la Compañía Digital de TV, S.A., Richelieu Investments, Stonewood y Desarrollo Inmobiliario Ibérico.

Richelieu Investments Company, sociedad que lleva el apodo con el que los amigos más cercanos del expresidente lo llaman, también recibió fondos provenientes de la Caja 2, así como de Silver Wings, la que sirvió para que compraran un nuevo helicóptero, un Eurocopter de $3.2 millones, cautelado en México en su viaje de huida del Ministerio Público panameño. (Helicóptero ligado a los Martinelli fue aprehendido en México)

Stonewood & Partners sirvió para la compra de los dos buques tanqueros que los hermanos Martinelli compraron junto con Raúl Saint Malo, por $17 millones (Raúl de Saint Malo reconoce pago), y Desarrollo Inmobiliario Ibérico, para la compra de un apartamento en uno de los barrios más exclusivos de Madrid, por más de 4 millones de euros. (Ministerio Público aprehende propiedad a Ricardo Martinelli Linares en Madrid)

También pasaron por la familia millones de dólares para financiar la campaña electoral del candidato apoyado por Martinelli para sucederle en el cargo, José Domingo Arias, el cual iba en el tiquete acompañado por otro miembro de la familia, Marta Linares de Martinelli, como su vicepresidenta.

Odebrecht se comprometió a apoyar con $16.5 millones dicha campaña.

Este medio contacto a Carlos Carrillo, abogado de la familia, y respondió: “No tenemos la vista fiscal. La hemos solicitado y no nos han dado el derecho a conocerla. Apenas tengamos la misma, podremos responder sus interrogantes”.

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