El vía crucis de pacientes y médicos de la CSS

El vía crucis de pacientes y médicos de la CSS
‘La Prensa’ intentó insistentemente de obtener la versión de Enrique Lau, pero pasados tres días de la consulta, se indicó que no respondería y que se remitió al director del Complejo. Archivo


La situación que experimentan actualmente médicos y pacientes en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid ha obligado a su personal a hacer graves denuncias sobre las condiciones de este centro de salud, el principal hospital de la Caja de Seguro Social (CSS).

La Prensa tuvo acceso a notas enviadas a la administración de la entidad, en las que médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de Emergencias del principal centro de atenciones de la Covid-19 advierten de que es “insegura e irresponsable” la atención que reciben los pacientes por la falta de insumos y medicinas básicas para atender a personas en estado crítico.

Se trata de notas enviadas recientemente, en diferentes fechas, al hasta hace poco director médico del Complejo, Rolando Brinns, hoy encargado de la Ciudad de la Salud. En esas cartas, médicos intensivistas, internistas y de emergencias advierten que se han presentado brotes de infecciones nosocomiales, lo cual han advertido y hecho recomendaciones, que “no han sido atendidas”, aseguran.

El vía crucis de pacientes y médicos de la CSS

Los especialistas responsabilizan de la persistencia del problema “a los administrativos involucrados en los procesos de gestión y refrendo de las órdenes de compra que hemos venido generando hace meses y no han procedido en este rubro”.

En otra nota –fechada el 27 de octubre pasado– los médicos alertan de brotes de “gérmenes multidrogoresistentes” y de la carencia de pentaglobina, una inmunoglobulina usada en pacientes que sufren un shock séptico producido por la Covid-19. Aseguran que se recomienda su uso inmediatamente después de que el paciente presenta la primera falla orgánica, principalmente cuando hay sobreinfección bacteriana.

También mencionaron la presencia de gérmenes peligrosos para la salud, como la Acinetobacter baumannii, Candida auris y Klebsiella pnumonía resistente a Carbapenemasa (KPC).

A ello se suma el incremento en la admisión de pacientes, mientras aumenta el desabastecimiento.

“Ante la caótica y peligrosa situación”, resaltaron los médicos de la UCI y de emergencias del Complejo, “no nos hacemos responsables por la calidad de atención que estamos brindando, debido a las carencias” de insumos y medicamentos adecuados para los pacientes, dejándolos –dijeron– en “una situación de vulnerabilidad”.

Preocupación

A pesar de que el principal órgano afectado por el nuevo coronavirus es el pulmón –en su función de intercambio gaseoso–, en el Complejo hay “cero” existencia de cartuchos para la toma y procesamiento de sangre para análisis de gases arteriales que se requiere para pacientes del Sars-Cov2, denunciaron los médicos.

La Prensa tuvo acceso a otra nota –del 8 de octubre pasado–, en la que los especialistas advierten que la falta de insumos les imposibilita tomar decisiones terapéuticas adecuadas para ajustar la ventilación mecánica invasiva de los pacientes ingresados a la UCI.

“Se nos están muriendo los pacientes por falta de insumos y medicamentos”, aseguraron varios médicos que prefirieron mantener sus nombres en anonimato en prevención de represalias. Describieron que, ante la falta de gases arteriales, los pacientes no están aguantando.

Denunciaron que entre las principales causas de muerte registradas en mayo, junio y julio estaba la falta de ventiladores, ya que una limpieza rápida de este equipo demora tres horas, pero hacer una limpieza profunda, dura 10 horas.

¿De qué depende la decisión del tiempo de limpieza?, preguntó este medio. Pues “depende de la gravedad de la víctima de Covid-19”, respondió uno de los denunciantes. Lo más lamentable, reiteraron, es que no cuentan con los cartuchos para gases arteriales, lo que les imposibilita tomar una decisión adecuada sobre qué tipo de limpieza realizar al equipo.

Aseguran que, de no encontrarse una pronta solución para comprar este reactivo, “no podemos asumir la responsabilidad de un

desenlace fatal en la evolución de los pacientes críticamente enfermos”. Responsabilizan, en cambio, a los administrativos del Complejo de salud.

Alarmas

El panorama del personal de salud del Complejo es preocupante, pues dice carecer de guantes estériles, mascarillas N-95, overoles, batas y cobertores de zapatos, los cuales deben improvisar con bolsas plásticas o con las llamadas batas “cartucho” que se rompen al primer intento de uso. Esta es la situación de los “héroes” ante un repunte de casos de la Covid-19.

La preocupación aumenta cuando insisten en que hay un “abastecimiento irregular de antibióticos para el tratamiento de infecciones que aparecen durante la estancia intrahospitalaria de los pacientes”.

“Debiésemos mantener cada paciente aislado en una unidad, donde no se compartan insumos ni espacio físico, pero sólo hay en tres de las ocho unidades de Covid…En el resto de las unidades se mantiene más de un paciente por cuarto, lo cual pudiese ser un factor que juegue en contra de la disminución de la contaminación cruzada”, resalta una de las notas.

Los médicos enfatizan sobre una situación grave: el personal que está realizando procedimientos invasivos de traqueotomía debe emplear el mismo equipo de protección que usa con el resto de los pacientes. A ello se suma el hecho de que carecen de suficientes lugares para el lavado de manos, pese a que es una norma básica de salubridad.

“Todas estas quejas ya han sido documentadas en notas previas, sin respuesta; peor aún, vemos empeorar cada día la situación, la cual nos hace sentir atados de manos, frustrados en el proceso de atención de los pacientes más graves que se generan en la UCI”, resalta la carta.

‘Cero insumos’

A su vez, el personal de la UCI trabaja sin herramientas ni insumos básicos, como bisturí, jeringuillas, catéter venoso y de succión, gasas, tubos de drenaje, mascarillas y batas estériles adecuadas.

La Prensa tuvo acceso a un listado de 55 insumos médicos quirúrgicos que los especialistas han pedido a la administración del Complejo desde el 14 de octubre, pero que no estarían llegando. De hecho, la falta de insumos se advirtió 36 días antes de reportarse el primer paciente con la Covid-19, cuando el personal se preparaba para enfrentar la pandemia.

Por eso, este personal médico se pregunta: ¿Dónde están los insumos para enfrentar la pandemia que compra la mesa conjunta interinstitucional de la CSS y el Ministerio de Salud, a la que se le destinó en julio pasado $133.8 millones?

Los médicos cuestionaron la calidad de las “batas cartucho” que están recibiendo, las cuales “no protegen en nada”, aseguraron. Peor aún, “nos tenemos que ingeniar para tener cubrezapatos” en momentos en que el sistema ya registra aumentos de casos de coronavirus, subrayaron (ver foto).

A finales de octubre, a través de la Ley de Transparencia, La Prensa solicitó a la CSS copia de las constancias de certificaciones de las batas que están distribuyendo en las policlínicas y otros centros de atención de salud del país, pero no fueron entregadas.

A inicios de este mes, el propio director de la CSS, Enrique Lau, indicó que organismos internacionales pronosticaron un rebrote o un aumento importante de casos desde la segunda quincena de noviembre y primera de diciembre.

Ayer se reportaron mil 112 casos de Covid-19 en un día, totalizando 149 mil 833 de personas infectadas por el virus en el país.

¿Qué está haciendo el director de la CSS para solucionar la grave situación que reporta desde hace varios meses el personal médico del Complejo? La Prensa intentó insistentemente de obtener la versión de Lau, pero pasados tres días de la consulta, se indicó que no respondería y que se remitió al director del Complejo Hospitalario.

Días atrás, el presidente Laurentino Cortizo advirtió que los casos de nuevo coronavirus van en aumento tras la reapertura. Sin embargo, los médicos del Complejo aseguran que ni siquiera tienen fentanyl, medicamento usado como anestésico para ayudar a los pacientes a prevenir el dolor tras una cirugía o para pacientes que están intubados por causa de la Covid-19.

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